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En Chile, Nicolás Castillo se convirtió en una figura, un bicampeón de goleo con aires de “crack”.
Fuera de su país, el delantero ha dado tumbos, pues necesita consolidarse, luego de su paso tambaleante en Brujas de Bélgica, el Frosinone (Italia) y el Mainz alemán. En los Pumas busca su revancha, un sitio en el cual brillar, de acuerdo con la prensa de su país.
“Pese a ser un gran goleador, a Nicolás Castillo le hace falta la consolidación internacionalmente. En sus clubes en Europa anduvo muy mal y debió volver a Chile para retomar su nivel”, alerta Carlos Silva, editor de El Gráfico chileno.
“Creo que México es un futbol ideal para su estilo de juego. Es un nueve de área, pero con gran disparo de media distancia, especialista en tiros libres y penaltis”, describe el periodista andino.
Castillo posee carácter explosivo y, en algunas ocasiones, ha quedado envuelto en controversias. Antes de ser un futbolista profesional, era barrista de la Universidad Católica. Incluso, su personalidad le ha llevado ser objeto de la polémica en su país, pues se le acusa de haber increpado verbalmente a una hincha de Colo Colo, uno de los máximos rivales de la Católica.
“[Nico Castillo q uedó] reconvertido aquella tarde, una vez más, en un vulgar barrista”, narró La Tercera de Chile en su edición digital el nueve de mayo pasado.
Esta publicación también resalta que “la plata lo volvió loco, aquí [ en la población chilena de Luis Emilio Recabarren] ya no le habla a nadie”, según sus habitantes.
Ayer, el ariete llegó a México para comenzar sus entrenamientos con Universidad, donde refiere el propio chileno, que “vengo a ser campeón a aportar mi granito de arena”.
Castillo busca resurgir a nivel internacional. Lo necesita. Tanto como Pumas sus goles.
