Al igual que quienes simpatizan con los Tigres, el América y el León, los aficionados del Necaxa sueñan con dar la vuelta olímpica durante las próximas semanas, mas el pueblo rojiblanco cuenta con algo que no tienen los otros tres participantes en las semifinales del Apertura 2016: tranquilidad, porque todo es ganancia.

Los Rayos son el equipo que recién ascendió a la hoy llamada Liga MX, por lo que su prioridad siempre ha sido sumar la mayor cantidad de unidades posible para no regresar al circuito de ascenso. Disputar la serie previa a la final es un dulce “bonus track”.

“Es un sentimiento muy diferente a la Liguilla del Ascenso o a los partidos, en los que luchas para no descender nuevamente. El sentimiento es más bien liberador”, comparte Alan Amper, periodista deportivo y columnista oficial del club, entrevistado vía telefónica. “Finalmente, puedes disfrutar un partido sin miedo a perderlo todo. Si aquí se cae, será triste, pero no pasa algo más, Necaxa sigue; en cambio, en Liguillas de Ascenso y partidos normales de torneo regular, una derrota puede ser la razón para perderlo todo”. Lo que explica la razón de la dicha irradiada por todos los niveles de la institución.

Después de varios años en el ostracismo, los rojiblancos han vuelto a ser animadores del campeonato. Por ahora, al menos, el sufrimiento está en un baúl.

“Esta es la principal razón para disfrutar y vivir al Necaxa en el presente y dejar al pasado un poco de lado. Durante muchos años, los necaxistas teníamos que agarrarnos del pasado con uñas para tener épocas doradas, así es que es la mejor razón para encontrar a un Necaxa del que podamos estar orgullosos, felices y vivirlo plenamente en el presente... Sin olvidar ese pasado al que tanto nos aferramos”, asegura Amper. “[Hay que] vivir el presente y encontrar nuevos héroes, ídolos e historias”.

Podrían llegar frente a un adversario que siempre va a ser especial para los necaxistas: América. La cita serie será memorable.

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