A Estados Unidos se le llama la tierra de las oportunidades, porque todo el que entra puede trabajar y tiene derecho a éstas. El futbol no es la excepción. La MLS puede registrar hasta ocho extranjeros por equipo y todos pueden estar al mismo tiempo en la cancha.

Allá no hay polémica por el límite de elementos nacidos en otros países. Simple y sencillamente, quien “tiene nivel es el que juega, no tenemos ni podemos negarle el derecho a trabajar a nadie”, dice Alfonso Mondelo, director deportivo de la Liga estadounidense.

“En este país, tenemos la libertad de trabajo. Todos tienen derecho a laborar. Aquí, los extranjeros nos ayudan a elevar nuestro nivel y desarrollar el talento. Hay academias y se forman canteras... De momento, la prioridad es que todos puedan trabajar. Si es así en otros negocios, no veo por qué no sea así en el futbol”, agrega el directivo.

Así que los elementos más jóvenes tendrán que esperar: “Cuando los chicos puedan competir, podrán competir por su trabajo; mientras tanto, tienen que aprender”.

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