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Una década más tarde, la generación dorada que logró el primer título del mundo Sub-17 para México perdió brillo. Luce más como una camada diluida, que consagrada. Los mismos protagonistas consideran que no se cumplieron las expectativas generadas cuando Patricio Araujo levantó la copa que proclamaba al Tri como el mejor equipo infantil del mundo en Perú 2005.

Fueron 20 jugadores que consiguieron aquella gesta que, de acuerdo con Giovani dos Santos, “cambió la historia del futbol mexicano”. La realidad de esos hombres, a 10 años de distancia del 2 de octubre de 2005, resultar dispar.

Sólo dos de ese equipo que dirigió Jesús Ramírez están en Europa: Carlos Vela (Real Sociedad) y Héctor Moreno (PSV), mientras Gio juega en el Galaxy de la MLS.

Seis militan en clubes de Primera División Nacional (Patricio Araujo, Omar Esparza, Adrián Aldrete, Efraín Juárez, Enrique Esqueda y Édgar Andrade); otros tantos en Liga de Ascenso (Sergio Arias, Jorge Hernández, Ever Guzmán, Alejandro Gallardo, César Villaluz y Christian Sánchez).

Mario Gallegos se quedó en una filial del Atlas, Pedro Valverde en Delfines del Carmen y dos se encuentran sin equipo: Cristian Flores y Heriberto Beltrán. Juan Carlos Silva se fue a Guatemala con el Malacateco.

Once de esos monarcas fueron al siguiente Mundial Sub-20 de Canadá 2007, que se quedó en cuartos de final. Más tarde, otros siete fallaron en llevar a México a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y Dos Santos fue el único del legendario equipo verde que logró la medalla de oro en Londres 2012. Apenas cuatro [Vela, Giovani, Juárez y Moreno] lograron ir a un Mundial absoluto.

“No [se cumplieron las expectativas], porque no se le dio seguimiento a algunos compañeros. Faltó apoyo de las directivas”, considera Araujo, el capitán de aquella Selección Nacional.

El ‘Pato’ afirma que el creciente número de extranjeros y naturalizados impidió el progreso de los campeones del mundo: “Ahora hay más apertura para que venga gente de afuera a los equipos. [Recomendaría que] lo primero es dejarlos jugar, porque si el técnico no les da la oportunidad, no se pueden desarrollar. Los directivos deben ayudar”.

El volante César Villaluz, anotador de tres goles en la justa peruana, reconoce que “se esperaba más, de que la base pudiera llegar a un Mundial mayor, con algunas incorporaciones que surgieran. Pero es lo que faltó, que se pudiera sacar provecho de la experiencia que tuvimos”.

Jesús Ramírez, estratega de aquellos ‘Niños Héroes’, analiza la actualidad de sus chavos: “Hay unos que han obtenido más, otros se han estancado, otros que ya no pasó nada en lo deportivo. La respuesta es que el que ha querido obtuvo, el que lo dejó de hacer, pues ahí está”.

Mas Chucho aún es optimista: “Siento que todavía se le puede sacar jugo, es una generación que ya ha tenido éxito, porque ya vivieron levantar trofeos. Las situación es que se vuelva a generar ese entorno y que todo esté alineado para ir por más logros”.

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