Monterrey.— De pronto, el poderío de Tigres disminuye dramáticamente, en coincidencia con la proximidad de la fecha FIFA, que absorberá por última vez al viejo estratega felino, Ricardo Ferretti, como técnico interino de la Selección Nacional Mexicana.

Las dos últimas salidas del popular conjunto norteño han concluido en derrotas, esta última, la más dolorosa, por tratarse de un tropiezo en ‘El Volcán’ y frente a un rival de mediana estatura, como el Puebla.

La alerta regia involucra —de rebote— al Tricolor, a unos días del trascendental partido contra Estados Unidos, en el que estará en juego el boleto a la Copa Confederaciones 2017. El ‘Tuca’ tendrá que corregir en algo su estrategia, porque amén del doble descalabro, se suma la ausencia de goles entre una plantilla diseñada para hacerlos a granel sin problemas en cada jornada.

Y si a eso le agregamos que seis Tigres han sido contemplados en la prelista de Ferretti [La ‘Palmera’ José Rivas, Jorge Torres Nilo, Israel Jiménez, Jesús Dueñas, Javier Aquino, Jürgen Damm], la preocupación no solamente deberá involucrar a fanáticos del club norteño.

Ordenado, el plantel de Pablo Marini aguarda pacientemente. Parece no asustar a nadie y sólo se ordena, consciente de la peligrosidad que representa el oponente.

Una y otra vez, Tigres teje. Pasea el esférico de un lado a otro de la cancha. Mas las aproximaciones no parecen asustar a nadie. Falta imaginación y en esa idea, la tarea del Puebla resulta más fácil de lo esperado. Porque de vez en vez se atreven a salir con balón dominado.

En ese ejercicio, inesperadamente se abre la posibilidad del gol. En el minuto 24, el colombiano naturalizado mexicano, Luis Gabriel Rey, recibe el esférico y al ver mal colocado en el fondo a Nahuel Guzmán, suelta el bombazo, que ingresa a primer poste, exactamente donde tendría que estar parado el meta.

Las jugadas más riesgosas se producen a balón parado, como aquel cañonazo de Jesús Dueñas que encuentra el travesaño. Mas el esférico se niega a entrar.

La desesperación poco a poco invade a los felinos, incapaces de igualar los cartones. El solitario gol del ‘Canguro’ parece suficiente para aniquilar al poderoso rival, que de pronto ha perdido la puntería.

El mal momento contagia al francés André-Pierre Gignac, quien en el último minuto (89’) deja ir la anotación. El cabezazo, pleno, de frente a la portería, se pierde a un costado de la puerta de Campestrini.

No hay para más, el 0-1 prevalece en el estadio Universitario y la música de viento por fin sopla en contra del ‘Tuca’ y sus dirigidos.

En contraste con las dos derrotas en fila de Tigres —ambas por el mismo marcador, la primera de ellas frente a Pumas, el domingo pasado—, el Puebla mantiene la batalla codo a codo con las Chivas, en su lucha por el no descenso. Y de pasadita liga par de triunfos.

Mejor aún, este es el primer éxito poblano fuera del estadio Universitario BUAP. Sí, la preocupación va más allá del ‘Volcán’. Redacción

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