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SAN FRANCISCO.— La emoción es generalizada. Y lo entiendo.

OK, no vamos a recibir a los dos mejores equipos, pero el hecho de que la NFL regrese a la Ciudad de México ya es un notición. Esta mañana, el comisionado Roger Goodell debe hacer oficial que la Liga de los 9 mil millones de dólares regresa a nuestro país, 11 años después del primer partido de campaña regular que se jugó fuera de Estados Unidos.

Por supuesto que son buenas noticias. Podría ser el primero de tres juegos para México, según leí en Barra Brava. Parecen ser las intenciones de Mancera.

Los Raiders de Oakland (todavía juegan ahí, ¿verdad?) solían ser uno de los equipos más populares en nuestro país en los años 70, 80 y hasta 90, pero ahora ocupan el sexto lugar en la lista, según cifras oficiales de la NFL.

Arriba de ellos están los Steelers, Cowboys, Patriots, 49ers y Chargers (sí, Chargers).

Pero seguramente todos aquellos fans de la vieja escuela (como el que escribe) sacarán del ropero sus viejos jerseys negro y plata, y darán el “tarjetazo” para comprarse un par de boletos para ir a ver a los Raiders en el Estadio Azteca.

Hace poco discutía si el Azteca es o no un estadio “obsoleto” para grandes eventos. Bueno, creo que con esto queda claro que al cincuentón ‘Coloso de Santa Úrsula’ todavía la queda cuerda para rato.

De lo que estoy seguro es que la NFL pedirá ciertas adecuaciones para cumplir con sus requisitos mínimos indispensables. Pero nada que no se pueda resolver en medio año.

Lo que Marshall Faulk le dijo a EL UNIVERSAL sí es penoso.

El ex corredor de los Colts ventiló que cuando su equipo fue a jugar a México, en la pretemporada del 2000, les robaron en el vestidor del Azteca.

“Escuchen en México: la última vez que visitamos la Ciudad de México nos robaron todas nuestras cosas del vestidor. Así es que asegúrense que no se vayan a robar otra vez las cosas. Y asegúrate de que se enteren”, reclamó Faulk.

Señores responsables del Azteca, ahí tienen el mensaje de Marshall.

La crisis y el tipo de cambio es otro factor que podría desanimar a la afición mexicana a comprar un boleto para un Raiders-Texans.

La NFL no va a ir a México a vender sus boletos a “precio amigo”.

Los Raiders serán el local administrativo en la Ciudad de México y, en promedio, sus boletos costaron 64.8 dólares en 2015, o sea unos mil 166 pesos por entrada (18 pesos por dólar). No están al alcance de todos.

Y podrías decirme que hace una semana hubo gente que pagó 150 mil pesos para ver a José Tomás en la Plaza México, y que también en el Gran Premio de Fórmula Uno volaron boletos que costaron decenas de miles de pesos. Cierto, en México eso y más es posible, pero ¿sabes cuántos verdaderos aficionados se quedan sin poder gozar de la experiencia porque los precios están fuera de su presupuesto?

Pero, nos guste o no, ese es el precio de un espectáculo como la NFL. Según reportes, llevar el juego a México costará unos 15 millones de dólares. Por eso es que tuvieron que pasar 11 años.

Hoy México rompe el ‘cochinito’ y le da a la capital el espectáculo deportivo más grande del mundo.

Ya era hora NFL, ya era hora.

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