Miguel Montero produjo uno de los hits más importantes de la campaña de los Cubs de Chicago hacia el campeonato en el partido que lo decidió todo, y ahora se prepara de nuevo para una vida como catcher de reserva.

No es fácil para un competidor que solamente quiere jugar todos los días.

Montero se imagina que estará tras el plato una o dos veces por semana, cuando el titular Wilson Contreras necesite un descanso. No es el papel ideal para el veterano.

“Obviamente, fue duro”, dijo el venezolano. “Es difícil, porque cuando se diera un cambio aquí se supone que fueras el catcher regular, entonces llegas y solamente estás alternando y ni siquiera de forma justa, porque Jon Lester es uno de los abridores y él tiene su catcher personal. Es complicado mantener el impulso como bateador”.

El pelotero de 33 años no ocultó sus frustraciones al final del año pasado. “Yo esperaba ser tratado un poco mejor”, comentó a ESPN, sobre cómo fue usado en la postemporada y la falta de comunicación.

Montero comenzó la campaña de 2016 como titular y fue necesitado regularmente cuando el jardinero izquierdo Kyle Schwarber sufrió una devastadora lesión en la rodilla en una colisión.

El sencillo de Montero ante Bryan Shaw en el décimo inning del séptimo juego de la Serie Mundial contra los Indians de Cleveland terminó la larga sequía de campeonatos de los Cubs. “No ganamos el cetro sin él”, dijo el manager Joe Maddon. “Al final de la campaña él no estaba feliz con el papel que tuvo en los playoffs; sin embargo, lo habíamos discutido previamente. Yo siempre estoy dispuesto a discusiones, pero no pienso que esté tan molesto”.

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