La rotativa de EL UNIVERSAL está encendida y corriendo. En el piso de arriba, un grupo muy selecto de personalidades de la moda nacional toman poco a poco sus lugares. Se prenden las luces y un diseño en blanco total recorre el espacio en el que normalmente se imprimen las secciones y suplementos de El Gran Diario de México. Por primera vez, este espacio alberga una pasarela y el elegido para presentarla es el colombiano Juan Carlos Obando. Estamos en el  marco del décimo aniversario de Mercedes-Benz Fashion Week México y ésta es  una celebración especial con motivo del centenario del periódico. Para Obando, este desfile no sólo es la segunda parte de su incursión en México —desfiló por primera vez en abril—, sino que representa un regreso a sus orígenes. “Mostrar mi colección aquí no es sólo algo que tenga que ver con la moda. Es un evento que reúne dos mundos paralelos: lo que fui y lo que soy ahora. La tinta es un mundo en sí mismo y en este espacio es la materia prima más importante”, dice.


En la pasarela, todos los looks eran completamente blancos: slip dresses realizados con una sola costura, abrigos y pantalones en distintas variaciones de este color, todos en telas que ondulan y se mueven como el agua y como el movimiento de las aves. Faroteo es el término que resume este movimiento y es el nombre de la colección que dentro de unos meses Obando mostrará en puntos de venta tan importantes como Barneys New York. La necesidad de contar historias es uno de los motivos que lo inspiraron a dejar una carrera en la publicidad para adentrarse en la moda. Todas sus colecciones y diseños tienen una narrativa, la cual se combina a la perfección con piezas sofisticadas y cómodas tanto para el día como para la alfombra roja.

Pasión autodidacta 


El éxito de Obando ha sido impulsado en gran parte por su inteligencia y curiosidad por el diseño. Como otros grandes nombres de la moda,  el aprendizaje del colombiano fue autodidacta, e inició mientras era director creativo de la agencia Saatchi & Saatchi, en Los Ángeles. “Mi cambio fue muy paulatino, pero los saltos que di fueron cuánticos: siempre se mezcló la publicidad con el aprendizaje por la moda, porque siempre fue un ejercicio de branding”, agrega.


El primer paso hacia su nueva profesión inició con una chamarra Gucci que compró y desarmó con sus propias manos. Luego siguió una fase de experimentación con lavado de telas y otras texturas y en 2007 lanzó su primera colección. Desde el principio, sus vestidos destacaron por que eran sensuales, fluidos y elegantes. Las telas y cortes que elige esculpen el cuerpo de la mujer y muestran su mayor impacto en movimiento.


Un año después de su debut participó  en el CFDA/Vogue Fashion Fund, uno de los certámenes de moda más importantes en Estados Unidos. No ganó, pero concursó de nueva cuenta en 2013 y resultó finalista. “La mejor enseñanza de esa mentoría (ofrecida como premio junto con 100 mil dólares) es que no puedes pretender que tienes todas las respuestas para todos los públicos. Es importante encontrar tu tribu. Ellos te siguen”, dice el diseñador colombiano.


La tribu de Juan Carlos se integra por las mujeres que buscan una prenda elegante y cómoda. Por eso, muchas celebridades con estilos muy diferentes entre sí se han convertido en clientas fieles. La primera de ellas fue Freida Pinto, y de acuerdo con el propio diseñador, ese acercamiento lo cambió todo. “Fue la primera vez que un vestido que hicimos se agotó en tiendas un día después de que la fotografiaran con él”.  Después de ella vinieron Cate Blanchett, Julia Roberts, Amy Adams, Kylie Minogue y Kim Kardashian. Sus propuestas también conquistaron a la prensa especializada, y durante sus primeros desfiles en la Semana de la Moda de Nueva York no era raro ver a Anna Wintour y otras editoras en front row.

La historia de Juan Carlos no tiene un punto final aún, pero sí varios comienzos simultáneos: hace un año dejó su ya tradicional espacio en Nueva York por París  y entre sus planes a futuro se encuentra el lanzamiento de una línea masculina. La pasarela en EL UNIVERSAL significó la primera vez que experimenta con el blanco y un paso más hacia su expansión en México. 

“Cuando la gente me pregunta sobre mi inspiración, siempre les digo que son las mujeres de mi infancia y que todo lo que hago en la moda es la recreación de un momento que viví. Yo no conocí personalmente a todas las mujeres que me impactaron, pero sí las vi."
JUAN CARLOS OBANDO
DISEÑADOR

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