Con la bandera de su natal Cataluña cobijando su féretro, los restos mortales del filósofo (1924-2017) cruzaron el añejo umbral de El Colegio Nacional a las 12:45 horas de este viernes. En el auditorio del recinto, donde se respira conocimiento y sapiencia, lo esperaba un puñado de amigos y familiares para rendirle homenaje. Su viuda, Ana María Icaza , rompió en un doloroso llanto.

Inició la ceremonia con palabras fúnebres del arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma , quien se dirigió a su amiga Anita, pareja de vida durante 68 años del filósofo fallecido: “Ramón siempre estará junto a ti a través de su pensamiento y de su poesía. Nosotros también”, dijo el arqueólogo mexicano a la mujer, que sumida en su silla de ruedas, mostró una expresión facial como la de quien no sabe qué está pasando en su derredor.

El poeta Vicente Quitarte , tomó la palabra y evocó palabras de Xirau en torno a la vida y a la muerte, tema presente en su poética. Ambos fueron entrañables amigos y admiraron mutuamente su obra en el campo de las letras y el pensamiento dialéctico; el doctor Enrique Krauze , aseveró que el filósofo fallecido el pasado miércoles en esta ciudad, fue el último de los maestros transterrados de la península a México. “Llegó aquí a hacer una vida”, acotó.

Tras esas palabras, Quitarte, Krauze, el subsecretario de Cultura federal, Saúl Juárez, y Anita desde su lugar, hicieron la primera guardia de honor ante el féretro de fina madera. Y así se sucedieron las guardias por parte de miembros del Colegio Nacional, amigos como el político Cuauhtémoc Cárdenas y la periodista Cristina Pacheco . Tras la última ronda, Xirau fue conducido al Panteón Español donde su círculo más cercano lo sepultó.

“Gran hombre, profundamente mexicano y profundamente catalán”, rubricó Eduardo Matos Moctezuma, consternado hasta las lágrimas que sin bien tuvieron la discreción de no rodar por sus mejillas, sí se hicieron evidentes al nublar su mirada siempre clara. El homenaje, aunque abierto a todo público, transcurrió prácticamente en la intimidad de la familia y de las amistades, de admiradores y de los compañeros de El Colegio Nacional.

Antes, el cuerpo había salido, a las 11:00 horas, del domicilio de la familia Xirau Icaza , en San Ángel, y se espera su arribo a El Colegio Nacional a las 12:00 horas, donde fue velado en el Aula Mayor. Estuvieron Ana María Icaza, viuda de Ramón Xirau, el presidente en turno de El Colegio Nacional, Eduardo Matos Moctezuma, quien dirigió las palabras postreras, y miembros de esa institución a la que Xirau tanto quiso.

En el acto se escucharon palabras cargadas de verdad, como que Ramón Xirau fue uno de los estudiosos más profundos de la poesía mexicana. Sus exámenes de la obra de Octavio Paz y Xavier Villaurrutia son indispensables para entender no sólo a esos poetas, sino a toda una corriente del pensamiento nacional. Como filósofo, fue igualmente un crítico y un divulgador; en realidad fue poeta, filósofo, ensayista, maestro e investigador.

Ramón Xirau también fue un gran preservador y promotor de la cultura mexicana, prueba de ello es el Premio “Joaquín Xirau Icaza”, impulsado por Ramón Xirau y Ana María Icaza, en memoria de su hijo fallecido, con el que se reconoce a jóvenes economistas y poetas de México. Ramón Xirau nació en Cataluña, el 20 de enero de 1924, emigró a México con su familia como parte del exilio republicano y se naturalizó mexicano en 1955.

Hizo estudios de licenciatura, maestría y doctorado en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) . En el Instituto Anglo-Mexicano de Cultura llevó cursos de inglés y letras inglesas clásicas (1946-1951), en El Colegio de México tomó el seminario de estilística impartido por Raimundo Lida (1949-1951), y en 1955 realizó estudios de especialización en La Sorbona , cabe señalar.

Maestro en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM desde 1949, e investigador del Instituto de Investigaciones Filosóficas (antes Instituto de Estudios Filosóficos) desde 1973, dictó numerosas conferencias en universidades de México y cursos en otras como las de Oxford, Columbia, Bolonia y Barcelona. Sus publicaciones comprenden más de 40 títulos originales y traducciones de obras del francés, inglés y alemán, y colaboraciones.

Obtuvo numerosas distinciones por su obra, que abarca la filosofía, la poesía y el ensayo. Fue nombrado Chevalier des Arts et des Letres (1964) y Chevalier de l’Ordre du Mérite (1965), recibió las Palmas Académicas (Francia, 1975) y fue designado miembro de la Legión d’Honneur (1990) por el gobierno de Francia, Comendador (1971) por el gobierno de Italia, y recibió la Orden Isabel la Católica del gobierno de España (1979).

Obtuvo también el Premio de Literatura Magda Donato (1970), el Premio Elías Sourasky (1980), el Premio Universidad Nacional en la rama de Humanidades, el Premio Internacional Alfonso Reyes (1988), el Premio Mazatlán de Literatura (1990) y el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Historia, Ciencias Sociales y Filosofía (1995). En 2010, el PEN Club México lo distinguió con el Premio PEN México, que él agradeció

Doctor Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Barcelona, la Universidad de las Américas y por la UNAM. Investigador Emérito de la UNAM y Creador Emérito del Sistema Nacional de Creadores, en el marco de la conmemoración del XX aniversario luctuoso de Octavio Paz en El Colegio Nacional, le fue otorgado el IX Premio Internacional de Poesía y Ensayo Octavio Paz, y en 2013 el Senado de la República le entregó un pergamino y reconocimiento como homenaje por su trayectoria.

Ramón Xirau ingresó a El Colegio Nacional el 26 de febrero de 1974. Su conferencia inaugural, “Del modernismo a la modernidad”, fue contestada por el poeta y ensayista Octavio Paz (1914-1998).

nrv

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