El maestro y hombre del teatro, , fue recordado por familiares y amigos, en el lugar donde él siempre quiso que se le recordara: un escenario teatral.

En el marco del Día Internacional del Teatro, José Solé fue homenajeado por la Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) en el Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque. La ceremonia fue presidida por  la directora general del INBA, ; el director de la Compañía Nacional de Teatro (CNT), ; la directora de la Escuela Nacional de Arte Teatral, Gabriela Pérez Negrete; el coordinador Nacional de Teatro, Alberto Lomnitz, y el director del CITRU “Rodolfo Usigli”, Arturo Díaz Sandoval.

Luego de un video introductorio sobre la trayectoria del director, la titular del INBA enfatizó el papel que tuvo Solé en el teatro mexicano. “José Solé fue uno de los baluartes de la escena mexicana. Actor, maestro, director y funcionario, ocupó todos los espacios de la actividad escénica porque en todos fue necesario; muchas veces, indispensable. Por ello se dijo que él encarnaba “la autoridad del Teatro”, mencionó.

Los actores Lilia Aragón e hicieron lecturas dramatizadas de Los Argonautas, de Sergio Magaña, e Hipólito, de Eurípides, respectivamente. El primer actor recordó cuando Solé lo dirigió en esta tragedia, y resaltó la gran virtud con la que el director escénico realizaba el teatro griego.

El sentido del humor y la alegría de José Solé, rasgos característicos del maestro, fueron traídos a la memoria por su amigo y alumno, el actor Óscar Narváez. “Nos decía que el teatro había que hacerlo con los siete sentidos, añadiendo a los cinco naturales el sentido común y el sentido del humor. Recuerdo en un ensayo, yo sentado a lado de él, había una secretaria poco agraciada pero muy gentil, ella le traía mes a mes una vianda, un café o una galletas, dirigiéndose a él siempre con coquetería mientras le decía: 'Para usted, maestro'. Con naturalidad José se volteó a mí, y dijo: 'Oscarito, el género chico también se me da'”, dijo el actor quien llevó la mano a su garganta e imitó la voz del homenajeado.

Sofía Zetina Solé, nieta del maestro, con lágrimas en los ojos recordó los últimos días junto a su abuelo, los que describió como los más felices para el director. “La carrera de mi abuelo se mide en premios y reconocimientos, pero nosotros, su familia, la medimos en anécdotas y platicas, siempre sobre el teatro. Él me contagió la alegría del teatro y me heredó la pasión por el oficio. Gracias abuelito”, expresó.

nrv

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