Siete lámparas tubulares suspendidas en el aire de forma asimétrica. A pesar de otra modesta luz, la iluminación no elimina esa atmósfera oscura y urbana que envuelve la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes. Debajo de esa fluorescencia, con la excusa de presentar la primera pieza del espectáculo de danza Más cerca…, cinco bailarines comienzan unos movimientos sacudidos apenas sube el telón rojo.

Digno de la puntualidad que lo caracteriza, el recinto había cerrado sus puertas a las ocho de la noche. Salvo esporádicos asientos vacíos repartidos por la sala, el lugar está lleno. En esta ocasión, los asistentes se congregan para el cierre de la Temporada de Danza en el Palacio de Bellas Arte y para ver por primera vez el trabajo en conjunto de dos compañías: la Compañía Nacional de Danza y Laleget Danza.

Sonidos estruendosos, ecos electrónicos y tintineos crujientes que podrían confundirse con mero ruido  dictan el ritmo para la primera pieza. Image.jpg es una coreografía de cinco escenas donde las lámparas tubulares no sólo están suspendidas para iluminar: se integran con los bailarines hasta bajar al suelo. La coreografía, como la música de Rogelio Sosa, se compone de movimientos violentos.  Los cinco bailarines se alternan en la entrada y salida del escenario, se arrastran por el piso, se jalan entre ellos. La pieza salta de movimientos repetidos y sincronizados a otros más caóticos y desfasados.

No así la segunda coreografía Quizá esta vez…; ésta se estrena por primera vez esta noche de martes y es un contraste con la anterior en muchos aspectos: la pieza El Arte de la Fuga BMW 1080, de J. S. Bach, la iluminación con colores pastel que a brinca tenuemente del lila al azul, y una escultura en medio del escenario que asemeja a una ola de mar propician una sensación más tranquila.La primera bailarina Mayuko Nihei se mueve alrededor del escenario y de la escultura con soltura y delicadeza, en armonía con aquel contrapunteo que planteó Bach al escribir su canción.

El dueto Pendiente está inspirado en los temas de Crónica de una muerte anunciada, de escritor Gabriel García Márquez. La coreógrafa de la pieza, Faizah Grootens, y el director de Laleget Danza, Diego Vázquez, ejecutan la música del artista sonoro Raúl Maduro para abordar, quizá desde el lado más narrativo del evento, temas como la violencia, la venganza, el desprecio y el amor prohibido.

Más cerca… culmina con una de las primeras obras de Diego Vázquez: Clean Slate, basado en la partitura Tabula Rasa, de Arvo Pärt, no solo musicalmente sino también de manera temática: la coreografía hace alusión al estado de paz en el ser humano tras ser perdonado. Siete bailarines de la Compañía Nacional de Danza ejecutan la pieza más sincronizada de la noche. El uso de violines y los movimientos rápidos y contundentes por todo el escenario generan cierta angustia,  como aquella a la que alude la canción del compositor estonio.

Las cuatro piezas que conforman Más cerca… reflexionan sobre las necesidades primarias del ser humano: identidad, seguridad, perdón y afecto. El cuerpo y sus movimientos guiados por la música son el único recurso de los 11 bailarines para expresar eso al público. Sin palabras ni explicaciones, los asistentes parecen entender el mensaje: los aplausos y ovaciones agradecen a ambas compañías. Una vez representada la danza, ésta se esfuma. Termina la temporada, la única función y se cierra el telón; solo queda el recuerdo.

jpe

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses