Bogotá El novelista, crítico literario y periodista colombiano Óscar Collazos, uno de los más grandes escritores de la generación posterior a Gabriel García Márquez, falleció ayer en Bogotá.

Nacido en 1942 en Bahía Solano (en el Pacífico), fue autor de libros de novelas y cuentos como Crónica de tiempo muerto, Tierra quemada, Los días de la paciencia, Las trampas del exilio y Rencor.

En agosto de 2014 le diagnosticaron al escritor una esclerosis lateral amiotrófica, ELA, que, entre otros síntomas, le producían “dificultades de deglución” y en el habla. “Me puedo mover por mis propios medios, pero me fatigo pronto y demasiado”, escribió en febrero en una columna dirigida al científico colombiano Rodolfo Llinás.

A pesar de su enfermedad, Collazos reiteró que su vida intelectual seguía siendo la misma. “Escribo mis columnas de opinión cada semana y trabajo en la escritura de una nueva novela, mientras descubro una dimensión desconocida del amor y me conmuevo con la solidaridad de los amigos”.

Compañero de generación de escritores como Rafael Humberto Moreno-Durán, Manuel Mejía Vallejo, Germán Espinosa y Luis Fayad, Collazos comenzó por publicar un cuento sobre un burdel en Semana Santa, que suscitó la admiración pública de Gabriel García Márquez, como recordó ayer el también escritor José Luis Díaz-Granados, en El Espectador. Ahí mismo, Díaz-Granados celebró así la actitud festiva, gozosa del narrador:

“Me llamaban la atención su desfachatez, la seguridad de sus conceptos siempre originales y sorprendentes y la total antagonía con la solemnidad bogotana. Cuando alguien preguntaba a los nuevos autores por los comienzos literarios, hablábamos de las novelas de Joyce, Faulkner, Hemingway o de El cuarteto de Alejandría, de Durrell, que se convirtió en lectura emblemática de nuestra generación. Óscar, por el contrario, soltaba la carcajada y decía: ‘Mientras ustedes estaban leyendo a Faulkner y a Durrell yo estaba bebiendo aguardiente Platino en los burdeles de Buenaventura’”.

Otro de sus amigos, el escritor Gustavo Tatis calificó a Collazos como un “narrador del periodismo” . “Fue un narrador y un crítico de la realidad colombiana y del mundo”.

Su espacio en EL TIEMPO, “Quinta columna”, fue reconocido con el Premio de Periodismo Simón Bolívar en el 2003, por la columna “Soy zurdo a mucho honor”. Un año más tarde, lo recibió con la columna “Bebo luego vivo”, en la revista SoHo. El diario El Universal, de Cartagena destacó que con su escritura plasmaba las realidades sociales, problemáticas como el desplazamiento y la vida marginal. (Con información de El Tiempo /GDA)

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