La materia oscura, la más presente en el Cosmos, pero de la que aún no se sabe de qué está compuesta, sigue sorprendiendo a los científicos, cuyos últimos descubrimientos sugieren que esta tuvo menos influencia en el Universo temprano que en la actualidad.

Durante la época más activa de formación de galaxias, hace unos 10 mil millones de años, las galaxias masivas con formación estelar estaban dominadas por materia bariónica, la que vemos, lo que choca con lo que se observa en las actuales, donde lo que domina es la materia oscura, según un estudio que publica hoy Nature.

La presencia de materia oscura, que sólo puede ser observada a través de sus efectos gravitacionales, explica por qué las partes exteriores de galaxias espirales cercanas giran más rápido de lo que se esperaría si sólo estuvieran compuestas por materia normal.

Sin embargo, un equipo de internacional de científicos decidió cartografiar las curvas de rotación de seis galaxias masivas con formación estelar ubicadas en el Universo distante y en el momento de máxima creación de galaxias.

La investigación estuvo liderada por el Instituto Max Planck de Física Extraterrestre y para ella se empleó el Telescopio Muy Grande (VLT, "Very Large Telescope") que el Observatorio Europeo Austral (ESO) tienen Chile.

Los expertos descubrieron algo "intrigante", según un comunicado del ESO, pues a diferencia de las galaxias espirales del Universo moderno, las regiones externas de galaxias distantes parece que giran más despacio que las zonas cercanas al núcleo, lo que sugiere que la presencia de materia oscura es menor de lo esperado.

"De manera sorprendente, las velocidades de rotación no son constantes sino que se reduce de dentro hacia afuera", indicó el autor principal del informe, Reinhard Genzel, quien apuntó dos hipótesis para explicar ese fenómeno.

La primera es que la mayoría de esas galaxias masivas de formación temprana "está principalmente dominada por materia normal, por lo que la materia oscura desempeña un papel mucho más pequeño en el Universo Local" y la segunda es que esas galaxias "fueron mucho más turbulentas que las que vemos en nuestra vecindad cósmica".

Ambos efectos parecen ser más marcados a medida que se mira más lejos y más atrás en el tiempo, en el Universo temprano. Esto sugiere que entre los 3 mil y 4 mil millones de años después del Big Bang, el gas en las galaxias ya se había condensado.

Sin embargo, "al parecer, la materia oscura necesitó miles de millones de años más para condensarse, por lo que su efecto dominante sólo se ve hoy en día", agrega la nota.

Esta explicación es consistente con las observaciones que muestran que las primeras galaxias eran mucho más ricas en gas y más compactas que las galaxias actuales.

jpe

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