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La gran demanda de autos usados en México va a llevar a la autoridad mexicana a trabajar, en lo que resta de 2016, en una nueva ley, reglamento o decreto que regule “de fondo” la entrada legal de los vehículos al país, comentó el administrador general de Aduanas, Ricardo Treviño.

“Seguir operando tal cual como estamos hoy, o tomar una bandera política y decir ‘abran la frontera, regularicen los vehículos’ es seguir pensando en el pasado, aferrarse a prácticas y esquemas que no funcionan. Hay que salir a hablar con los actores, con los afectados y beneficiados del esquema y plantear una nueva política pública de fondo que evite distorsiones. Tenemos que evolucionar”, dijo.

En los próximos tres meses del año, se van a establecer mesas de trabajo con todos los actores involucrados, empresarios de la industria automotriz, agentes aduanales, proveedores, académicos, autoridades mexicanas, funcionarios estadounidenses, al Registro Público Vehicular y con los actores económicos de la frontera, para que contribuyan en la elaboración del diagnóstico de la situación.

La nueva legislación debe de atender a directivas como las siguientes: regular la entrada legal de los autos; cumplir con el pago de los impuestos correspondientes; atender la normatividad ambiental, mecánica y presentar los documentos correspondientes; cumplir con los controles en el Registro Público Vehicular; evitar impactos en la productividad nacional y destinar el uso del auto a las familias.

“Quizá podrían establecerse cupos, permitir que las familias importen una o dos vehículos al año”, explicó el representante de la unidad perteneciente al Servicio de Administración Tributaria (SAT).

“En ese foro tenemos que cubrir todos los ángulos y por eso la convocatoria será amplia. Como autoridad podemos proponer otros esquemas, pero serán incompletos si no consideramos los puntos de vista de todos”.

Para el administrador está claro que hay oferta y demanda de carros y que bajo las reglas actuales en el corto plazo quedará rebasado el mecanismo por el cual sólo cuatro empresas tienen autorización para importar autos.

Recordó que se tuvieron que incrementar los controles y cancelar permisos de tres empresas importadoras porque éstas utilizaban un mismo certificado de regulación ambiental para distintos automóviles, se tenían inconsistencias en el domicilio fiscal, se falseaba el precio del automóvil, no se verificaba el historial del vehículo y, en general entraban al país sin cumplir con las reglas vigentes.

Esas irregularidades provocaron un incremento en la entrada de autos en el primer trimestre de 2016 con respecto al mismo periodo de 2015, de 33 mil unidades subió a 38 mil.

Después de que se encontró que no se cumplía con la normatividad para importar se cancelaron los permisos a tres de las siete empresas autorizadas, Big Bear, Copart y GarciPaz.

Los controles redujeron la importación de carros 40% en los últimos 40 días. De enero a marzo entraron en promedio quincenal 6 mil 300 y la primera quincena del año bajó a 4 mil 705.

Sin embargo, advirtió: “No estamos contra la importación de vehículos, pero si queremos regular el mercado y que las importaciones sean legales y cumplan con la norma establecida”.

El problema es que entran los autos al país, unos legalmente, otros con documentos falsos, sin declarar que se quedará en el país “no pasan por ningún trámite aduanal”.

Además de los autos de importación se estima que haya 350 mil autos “chocolate” que no presentaron documentación ante los aduanales.

En 2014 se contabilizaron 253 mil 182 autos; en 2015 se registraron 67 mil 272 importaciones definitivas, y en lo que va de 2016 la cifra es de 71 mil 908.

El foro se buscará que participe gente del Registro Público Vehicular para que dé cuenta de cuántos carros obtienen placas del interior del país, de los estados del sureste, hasta donde llegan los autos. El problema es que las reglas actuales no prohíben que autos usados de importación obtengan placas.

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