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La posible bancarrota en que caerán petroleras de Estados Unidos en 2016 podría afectar inversiones previstas por compañías de ese país interesadas en México, señalaron Mark Edmunds, líder de la Industria de Energía en la Región de América, y John England, líder de Petróleo y Gas en Estados Unidos de la firma Deloitte.

Explicaron que ante ello, el gobierno mexicano debe ofrecer mejores condiciones para atraer el escaso capital de petroleras que están seleccionando de manera rigurosa los países hacia donde piensan llevar sus recursos.

Las instituciones y las empresas productivas de Estado tienen además que demostrar que son confiables como socios, subrayaron.

Los especialistas advirtieron que muchos proyectos en Estados Unidos se están posponiendo y otros se han tenido que cancelar, “por eso están viendo en México con la reciente reforma energética, una oportunidad y un lugar importante para establecerse”.

Apenas el pasado 18 de septiembre, la Energy Information Administration (EIA, por sus siglas en inglés) reveló que los resultados de los estados financieros de las empresas petroleras en el vecino país del norte, “sugieren tensión financiera para algunas de ellas”.

“Los bajos precios del petróleo han reducido el flujo de caja de productores de petróleo estadounidense y, para adaptarse, reducen gastos de capital y recurren a más endeudamiento”, explicó.

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