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Las señales sobre las perspectivas de la economía mexicana siguen negativas, a pesar de que su desempeño al inicio del año se mantiene en terreno positivo, según los resultados de indicadores cíclicos que elabora el Inegi.

Dicho sistema está integrado por dos indicadores: el coincidente y el adelantado. El primero refleja el estado general de la economía; el segundo busca señalar anticipadamente los puntos de cambio del coincidente.

El indicador adelantado en enero pasado cayó 0.13 puntos respecto a diciembre, con los que acumula 29 meses consecutivos a la baja para ubicarse en 99.04 unidades, el nivel más bajo desde septiembre de 2009.

Por el contrario, el coincidente tuvo un alza mensual de 0.05 puntos en enero, para ubicarse en 100.1 puntos, con lo que por tercer mes consecutivo se sitúa arriba de su tendencia de largo plazo que son las 100 unidades.

Lo anterior fue producto del repunte productivo que registró la economía en el último trimestre del año pasado y principios de 2017.

Con la nueva información, el indicador coincidente observó un comportamiento similar al publicado el mes precedente, mientras que el adelantado registró una disminución ligeramente menor a la difundida el mes previo, destacó el instituto.

El enfoque de ciclo de crecimiento identifica las desviaciones de la economía respecto a su tendencia de largo plazo.

Por tanto, el componente cíclico de las variables que conforman cada indicador compuesto se calcula como la desviación de su respectiva tendencia de largo plazo y la del indicador compuesto se obtiene por agregación.

A partir de los resultados, se observa que el indicador coincidente tiende a mantenerse ligeramente por arriba de su tendencia de largo plazo (100 puntos); el adelantando se muestra a la baja, ampliando la brecha negativa con respecto a su tendencia de largo plazo, lo que estaría anticipando un desempeño recesivo para la economía.

Esta discrepancia en los resultados de los indicadores se podría explicar por la gran incertidumbre que se ha registrado sobre el futuro de la economía mexicana desde el triunfo de Donald Trump por la presidencia de Estados Unidos. La renegociación del TLCAN y una política antiinmigrante han sido algunos de los factores que han contribuido a deteriorar las expectativas de los diferentes agentes económicos en el país.

Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics, opinó que la retórica del discurso del nuevo gobierno de EU se ha moderado desde la toma de posesión de Trump, lo que se refleja en una recuperación del peso frente al dólar.

“En verdad el peso ha mostrado una recuperación inesperada, pero la fiesta podría no durar por mucho tiempo. La retórica contra el comercio e inmigración del gobierno estadounidense tiene probabilidad de regresar aún más agresiva. Sobre todo en la segunda mitad del año, cuando se supone inicia el diálogo renegociador del acuerdo comercial”, destacó.

Adicional a lo anterior, las expectativas inflacionarias del país siguen siendo elevadas, con una tasa de 5.6% al cierre de 2017, factor que limitará la demanda interna y que junto con los recortes presupuestales tenderá a debilitar el crecimiento económico del país, con una tasa de sólo 1.5%, por lo que las expectativas económicas continúan siendo negativas como advierten los resultados más recientes del sistema de indicadores cíclicos.

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