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Debido al efecto de la depreciación del tipo de cambio y a la nueva política antiinmigrante en Estados Unidos, las remesas familiares marcaron un récord durante enero.

En el primer mes de 2017, los llamados migradólares que enviaron los mexicanos, principalmente desde Estados Unidos, fueron de 2 mil 55 millones de dólares, lo que representó un aumento de 6.34% en comparación con igual mes de 2016, informó el Banco de México (Banxico).

Este resultado marca el mejor nivel para un primer mes del año desde que hay registro, porque en los datos del banco central no se habían superado los 2 mil millones de dólares.

Por lo general enero es un mes flojo para las remesas porque los migrantes prácticamente regresan a trabajar después de las fiestas decembrinas.

De acuerdo con el informe mensual del Banxico, la mayoría de las remesas se mandaron por transferencia electrónica, al registrarse un incremento de 6.58% sobre lo que se reportó en enero del año pasado.

Sin embargo, el monto promedio que se envió disminuyó, al pasar de 299 dólares en enero de 2016 a 295 en el primer mes de este año, es decir, 1.26% menos.

Depreciación a favor. Para el área de análisis de Banorte-Ixe, el resultado tuvo mucho que ver con la depreciación de 6.2% que presentó el tipo de cambio durante las tres primeras semanas del año.

“Como hemos comentado en ensayos anteriores, en el corto plazo una fuerte depreciación del peso sí puede tener un impacto sobre el flujo enviado, simplemente porque el poder adquisitivo de la remesa es más alto en México que en Estados Unidos”, escribió en un reporte el economista senior Alejandro Cervantes.

Pero en el largo plazo, la depreciación de la paridad peso-dólar, no tiene una incidencia positiva, señaló.

Banorte-Ixe estableció que, si bien la nueva política antiinmigratoria en Estados Unidos tuvo un impacto positivo sobre el flujo de remesas, este fue relativamente menor.

Explicó que las deportaciones de migrantes mexicanos empezaron después de que Donald Trump asumiera la presidencia el 20 de enero.

“En este sentido consideramos que este factor será preponderante en el crecimiento del flujo de remesas de los próximos meses”.

De ahora en adelante, ese será un factor que influirá en los flujos de remesas porque ya se dieron a conocer los procedimientos para agilizar la deportación, ponderó.

“Los mexicanos sin ciudadanía continuarán descontando una mayor probabilidad de ser deportados, por lo que consideramos que el flujo de remesas de los próximos meses se explique por este factor”, estimó.

En todo 2016, las remesas familiares marcaron un nuevo máximo histórico con un monto de 26 mil 970 millones de dólares.

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