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En un entorno de crisis y de recortes presupuestales, “la poca posibilidad” de que Petróleos Mexicanos (Pemex) salga de esa situación se limita a “erradicar la corrupción”, así como recibir ayuda del gobierno, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

Además, recomienda una estrategia de asociación con el sector privado, en la que el sistema de refinación pudiera venderse a particulares.

Esta empresa pública no sólo acumula décadas de políticas fallidas, destacó, pues la compra de Grupo Fertinal, a finales de enero pasado, es un indicio de “pérdida de dirección”, advirtió en su Análisis Económico Estratégico Semanal.

Pemex vive en un entorno de pérdida de ingresos, vulnerabilidad financiera, caída de la productividad, de la producción y las exportaciones de crudo, dijo el CEESP. Y a ello se le suma que para 2016 tendrá un recorte de 100 mil millones de pesos, de los cuales 46 mil millones corresponden a actividades de exploración y producción, que son la base de la actividad petrolera.

“La disponibilidad para rescatar a Pemex existe, pero es importante que la estrategia que proponga el gobierno federal para ello contemple la erradicación completa de la corrupción, que ha sido un factor importante de la situación actual en el sector petrolero, así como elaborar un plan que fortalezca su capacidad financiera y uno que contemple una reestructuración real de la empresa”, dijo.

El sistema de refinación de Pemex, que reporta déficits anuales de más de 100 mil millones de pesos, debe buscar asociaciones con el sector privado o ser vendido para capitalizarlo y modernizarlo.

A la fecha, la productividad de Pemex es de las más bajas entre las petroleras del mundo, además de que las crecientes inversiones que se hicieron no se traducían en mayor producción, lo que dejó ver que los recursos no eran suficientes o se canalizaban a actividad improductiva.

De tener niveles de productividad laboral de 24.7 barriles de producción de crudo por trabajador en 2004, el indicador se redujo a 15.9 barriles en 2015, lo que tuvo que ver con la caída de la producción, refirió el CEESP.

En ese mismo lapso, la producción se redujo de 3.38 millones de barriles diarios a 2.27 millones, mientras que la planta laboral en esos 11 años subió 4.2%. Ante esa situación, México se convirtió en un importador neto de petrolíferos en 2014.

En 2015 Pemex no tuvo recursos suficientes para compensar la caída de 420 mil millones de pesos de ingresos totales, según su estado de resultados; para ese mismo año, el pasivo laboral representó poco más de 7% del PIB del país, lo que significa que para hacerle frente se requieren transferencias de recursos por lo menos en los próximos 40 años.

Pese a que hay quienes dicen que la fuerte caída de los precios internacionales del petróleo fue la principal causa de la crisis financiera de Pemex, “sólo fue el detonador de un problema que se venía observando años antes”, destacó el CEESP.

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