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En octubre pasado y previo a la campaña de El Buen Fin, las ventas de las cadenas comerciales en México reportaron una alza nominal anual de 9.8%, la tasa más alta cuando menos desde 2012, de acuerdo con datos que divulgó la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD).

Las ventas generales en mismas tiendas (es decir las que llevan más de un año de operación) hila una cadena de 13 alzas consecutivas, por lo que reafirma la presencia del consumo mexicano como motor del crecimiento para este 2015, comentó Pamela Díaz, analista económica de Banco Ve por Más.

El indicador permanece en una senda expansionista, mismo que ha alcanzado un crecimiento promedio de 6.5% anual en el transcurso de 2015. Por tipo de productos, las ventas de abarrotes y perecederos aumentaron 7.1% respecto al décimo mes del año pasado; ropa y calzado, 11.9%; y mercancías generales, 12.9%.

Dinamismo en el rubro. Acorde con el tipo de establecimiento, las ventas en tiendas departamentales continúan impulsando al alza los resultados generales.

Para el mes de referencia, el crecimiento nominal de dicho segmento fue de 15.1%, el más elevado desde mayo 2012.

El alto dinamismo que presenta el sector comercial ha sido consecuencia de la convergencia entre dos efectos, por un lado, el mayor ingreso disponible de las familias y, por otro, la mayor propensión de consumo que éstas representan, explicó la especialista de Ve por Más.

El ingreso disponible se fortaleció como corolario de la estabilidad en el mercado laboral. La tasa de desempleo ha encontrado por tercera vez consecutiva su nivel más bajo desde 2008. El 4.23% registrado en septiembre respalda el comportamiento favorable del empleo.

La propensión de compra, medida a través de índice de confianza del consumidor, ha registrado un crecimiento importante a lo largo de 2015. Su componente correspondiente a la adquisición de bienes de consumo inmediato ha tenido un crecimiento promedio de 10.9% anual, por encima del promedio del índice general que alcanza 2.8%.

Bajas expectativas. Con este impulso es que llega el consumo de las familias a la campaña de El Buen Fin; sin embargo, las expectativas de que los consumidores puedan encontrar oportunidades importantes en precio son relativamente reducidas, toda vez que la campaña se ha sostenido más por facilidades de pago que por verdaderos descuentos.

Cabe mencionar, que pese al crecimiento que sostiene el consumo, continúa sin haber una transferencia completa entre éste y la mayor actividad económica. Factores coyunturales de orden externo han debilitado la estrechez de la relación entre consumo y producción, por lo que si bien, este primero beneficiará el PIB mexicano, no debemos esperar que sea acentuado, dijo Pamela Díaz.

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