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El crecimiento económico mundial ha estado evolucionando a una tasa menor a la esperada; éste se espera sea de 3.1%, inferior al promedio de los últimos cuatro años (3.6%). Diversas restricciones, tanto del lado de la demanda como de la oferta explican dicho comportamiento.
De acuerdo con analistas de IHS, por el lado de la oferta destacan la baja en la tasa de aumento de la fuerza laboral, incluso en algunos países ya en terreno negativo, y la caída en el crecimiento de la productividad.
La primera está asociada al envejecimiento poblacional, aunque en los países emergentes la desaceleración de la población económica activa es menos pronunciada.
Esta escasez de mano de obra, ha provocado ya una “guerra por la caza de talento”, aunque la ola de inmigración, si bien políticamente difícil, podría representar una solución a países, como Alemania, en donde las limitantes demográficas son serias.
La segunda está vinculada al declive de la participación de la inversión respecto al Producto Interno Bruto, fruto de la gran recesión, experimentada años atrás; así como, la baja productividad ha impedido una mayor profundidad en la difusión tecnológica. En los países emergentes la explicación está asociada a la falta de reformas estructurales.
Por el lado de la demanda, desde 2007 las restricciones incluso han superado a los de la oferta. Entre las más relevantes han sido el proceso de desapalancamiento del sector privado y la austeridad del sector público. Si bien estas limitantes se han ido suavizando en el mundo desarrollado, aún constituyen un freno al crecimiento.
Para países emergentes es la deuda en moneda extranjera la que presiona a sus economías, atizada por el fortalecimiento del dólar y la caída en el precio de materias primas.
Por consecuencia de esta lenta marcha global, el comercio mundial se ha desacelerado y su tasa de crecimiento, incluso, está en niveles históricamente bajos. El menor dinamismo de la economía china y la baja de importaciones petroleras en EU., han contribuido también a la explicación.
De hecho, el reciente tsunami financiero en China, ha creado mayor incertidumbre y dudas acerca del curso de la economía y de las reformas, que han llamado su “nueva normalidad”.
Las implicaciones, de este entorno de lento crecimiento para los mercados y la política económica, han sido muchas.
En este ámbito, por ejemplo, los bancos centrales han encontrado “mucha dificultad” en la normalización de la política monetaria y hay poco espacio para el estímulo fiscal; en otras palabras, el estímulo a la demanda es reducido.
En el corto plazo, hay una alta probabilidad, incluso, de que este menguado ritmo de, 2.5% a 3%, continúe en muchas economías del mundo por un tiempo más prolongado; siendo EU, India y Alemania las pocas excepciones. La inmigración, con sus reservas, es vista como una oportunidad para detonar mayor crecimiento en varios países huéspedes.
La productividad, tarde o temprano, tendrá que detonarse, la pregunta es ¿cuándo y qué tan fuerte. Las reformas estructurales, sin duda, serán de gran ayuda para que el crecimiento mundial recupere niveles de 3.5% o superiores en años por venir.
La región de Asia Pacífico, aunque a un menor ritmo que en el pasado, será la de mayor dinamismo, y Estados Unidos será el pivote de crecimiento, ya que está mejor equipado que Europa, para soportar la volatilidad de los mercados. Sin duda el mundo no atraviesa por sus mejores momentos.
El mayor desafío que tiene entonces el país es diferenciarse de los otros emergentes. En la más reciente clasificación del Índice Global de Competitividad que publica el World Economic Forum, el país escaló 4 peldaños para ubicarse en el lugar 57 de 140 países, pero tiene todavía un largo camino por recorrer para avanzar en competitividad, sobre todo en el fortalecimiento de las instituciones; eficiencia del mercado laboral; innovación y preparación tecnológica.
México puede distinguirse de otros países si robustece sus perspectivas de crecimiento con una profundización y materialización de las reformas estructurales y el fortalecimiento del Estado de Derecho y la seguridad pública, así como por vigilar no exceder su capacidad de endeudamiento.
* Directora del Instituto de Desarrollo Empresarial Anáhuac en la Universidad Anáhuac, México Norte.
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