San Luis Potosí.- Los Pumas rugieron con apuros y polémica, pero clavaron sus garras en los primeros puntos del Apertura 2019, al imponerse por 2-0 al recién llegado a la Liga, el Atlético de San Luis .

Triunfo que decora el debut del español Miguel González como entrenador de Universidad y que suma doble palomita por el buen arranque del equipo y por quitarle el invicto de 13 juegos oficiales que los potosinos acarreaban desde el torneo pasado del Ascenso MX.

Y pensar que los Pumas pudieron vender a Carlos González en el reciente draft o que Míchel hubiese descartado a Luis Quintana de la titularidad; ambos se encargaron de sacudir las redes ajenas en una actuación que fue de menos a más y sobre la calurosa cancha del estadio Alfonso Lastras.

Pese al buen paso durante la pretemporada, en Pumas había desesperación por contundencia, mientras que en la franquicia con inversión española su anhelo de un debut de ensueño.

Durante el primer tiempo, los Pumas no lograron ser los visitantes incómodos que tanto pretendían. La localía lució mejor en el manejo del esférico, mas no en la definición en el uno a uno contra el guardameta Alfredo Saldívar, quien frustró claras oportunidades a Nicolás Ibáñez e Ian González.

Incluso, la suerte estuvo a favor del meta felino, tras un remate que Unai Bilbao estrelló en el travesaño. Pero en el segundo tiempo el 'Pollo' no sería el único que brillaría bajo los tres palos.

Carlos González entró solo al área y remató cruzado, pero Felipe Rodríguez voló para evitar el primer tanto en contra. Era el turno de los capitalinos. Acosaron hasta presionar al rival que perdió intensidad en sus salidas.

La polémica también fue una invitada incómoda para el silbante Diego Montaño. Los universitarios se desvivieron en reclamos por una supuesta mano del rival dentro del área, la cual, el árbitro no concedió tras verificar en 45 segundos el monitor de ayuda.

Sin embargo, el momento más drástico fue el abandono del capitán de los potosinos, el español Pedro Álvarez, quien sufrió una aparatosa caída que obligó su inmediato traslado a la ambulancia.

Tras unos ajustes en el medio campo, los felinos vieron los frutos de su creciente dominio de la inexperiencia de los rojiblancos. Primero, González bajó con calma un balón con el pecho, para después definir ante el marco rival (0-1).

Minutos después, el canterano Quintana selló la victoria con un cabezazo que hizo explotar a una minoría del recinto, al mismo tiempo que amargó la fiesta de los locales y del técnico Alfonso Sosa, porque el futbol de Primera División regresó a sus tierras tras seis años.

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