Dentro de las varias costumbres que han adoptado los Tigres , cruzar la frontera norte para ser parte de las festividades que marcan el inicio del ciclo futbolístico en el balompié nacional, es una de las que menos les agradan. Sus rostros los delatan.
Serios, hasta con dejos de cansancio, los monarcas de la Liga MX llegan a Los Ángeles con cierta indiferencia, aunque con el conocimiento de que mañana podrían escribir otra histórica página, sobre el césped del Dignity Health Sports Park de Carson.
Si derrotan al América , obtendrán por cuarto año consecutivo el Campeón de Campeones, hecho sin precedentes en el balompié nacional.
Para llegar a ese partido, lo primero que debe hacerse es dar la vuelta olímpica, ritual que agrada en demasía a los dirigidos por Ricardo Ferretti, quienes lo llevaron a cabo en los Aperturas 2015, 2016 y 2017 , así como el Clausura 2019.
Ese dominio les garantiza un viaje al domingo de los campeones, en el que ya son un clásico instantáneo.
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