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Enrique Bonilla
fue muy hábil en evadir los cuestionamientos que rodean a la Liga MX , como la demanda de Lobos BUAP , los adeudos económicos del Veracruz y la adaptación del FC Juárez en Primera División.
El presidente de la Liga MX no quería dar declaraciones después del anuncio de la renovación con BBVA como patrocinador si no eran preguntas sobre el convenio. Después, Bonilla mandó a decirle a sus encargados de prensa que sí aceptaba los cuestionamientos si primero la conferencia empezaba con Eduardo Osuna, director general del banco en México, a su lado, para explicar la extensión del contrato.
Posteriormente, él solo en el estrado ya contestaría sobre los otros temas que giran alrededor del futbol nacional.
Sin embargo, el directivo salió junto a Osuna y no regresó, para esquivar cualquier tipo de pregunta incómoda y sin cumplir con su palabra.
El presidente de la Liga MX no quiso hablar de la demanda de los Lobos BUAP a la Femexfut por la venta del equipo al FC Juárez o los adeudos a los jugadores de los Tiburones Rojos, que pagó su estancia en Primera División.
Pero para los negocios sí estuvo bien puesto.
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