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Oribe Peralta sabe que estar en la cima del torneo sirve de poco en el América. Es casi inservible como un subcampeonato.

Ahora mismo, el conjunto azulcrema es el mejor del Clausura 2018 y ha mandado un mensaje a Nuevo León a Tigres y Rayados: no están solos en la búsqueda del título de la Liga MX.

En el mejor momento águila en el campeonato, el Cepillo se envalentona y advierte —como pareciera obvio en un club de la naturaleza del de Coapa— que van por todo este semestre.

“Hemos tenido buenos momentos. Siempre se puede mejorar e ir por más. Esperemos que esto no sea sólo el inicio, sino que lleguemos así al final. Espero que lo culminemos con un campeonato, que es lo que realmente lo que queremos”, indica en charla exclusiva con EL UNIVERSAL Deportes, durante el Advertising Week Latam.

El atacante ha disputado 534 minutos en lo que va de la actual campaña de Liga. Arrancó seis encuentros como titular de siete jornadas, curiosamente con más amonestaciones que tantos [tres contra un par].

Pese a los altibajos de Oribe, el América ha podido encontrar que la cuota goleadora se reparta entre integrantes del club, como Henry Martín, Mateus Uribe, Cecilio Domínguez o Bruno Valdez.

Esto ha provocado que las Águilas sean el líder absoluto de la competicióny la crítica especializada opine que es el equipo candidato máximo a la corona, incluso, por encima de los cuadros regiomontanos.

Peralta asegura que los americanistas no buscan que el buen momento colectivo se quede sólo en el primer tercio del campeonato.

En El Nido creen que el tútilo 13 en la historia azulcrema es posible. Cualquier otra posición resultará poco para un conjunto que ha invertido varios millones para campeonar en mayo próximo.

Aceptaría banca. Era la noche del martes en el Estadio Azteca. Oribe Peralta, el hombre de mayor jerarquía en el América, apareció en la banca de forma inesperada para el encuentro ante el Morelia.

Pero el Cepillo toma la decisión de Miguel Herrera con tranquilidad. Sabe que no tiene un lugar garantizado en el 11 titular azulcrema, porque asume que tienen que trabajar en cada entrenamiento para llenarle el ojo a su técnico.

“Cuando no te esfuerzas o das lo mejor de ti, siempre va a estar en riesgo tu posición. Muchas veces está en el entrenador lo que él decida, lo que sea mejor para el equipo y que gane”, expone.

Oribe dice “estoy tranquilo y consciente que mientras trabaje, voy a tener un lugar. Tengo que convencer a Miguel [Herrera]. Seguirlo convenciendo de que estoy al 100 para demostrar que puedo ser titular y si no, apoyaré desde donde esté, desde la banca o la tribuna”.

Jugar en el América significa estar en el debate. Amor u odio, rechazo o idolatría. Oribe no ha escapado a esa circunstancia Pero a él no le importa.

“No me dejo guiar por lo que la gente dice o hace. Al final es mi vida y estoy feliz de jugar futbol, sea cual sea el resultado que se obtenga”, concluye el Cepillo.

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