Star Trek

popularizó los dispositivos de camuflaje en los años 60 y combinaban la física con la química para lograr que algunos objetos se volvieran invisibles al refractar la luz. Aunque todo ello parecía un poco imposible, un grupo de científicos de la Northwestern University lo logró.

Los investigadores fusionaron nanopartículas de oro con ADN para generar superredes ópticas (capas con diferentes grados de refracción) que permiten modificar los colores visibles del espectro al grado de volverlo invisible .


El ADN que usan es programable para controlar las propiedades de cada una de las partículas y configurarlas para producir prácticamente lo que quieran, justo como lo hacen los camaleones que se modifican sus filamentos de ADN de acuerdo al ambiente para modificar sus características ópticas .

Este invento inició en 1996 cuando Mirkin y otros colegas publicaron un ensayo donde explicaban un método para programar el ADN y lograr que fabricara nanopartículas en materiales macroscópicos. Estas diminutas partículas, al integrarse, lograrían modificar los espectros y, después de varios años, lo hicieron realidad.

Por ahora, los científicos no están seguros de cómo podría usarse su invento, pero en unos cinco o diez años, tal vez se utilice para los sensores. En cuanto a la comercialización , puede que entre dos y cinco años ya estén a la venta.

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