No hay objeto más sagrado (y adictivo) para una mujer que el bolso, considerado una pequeña fábrica de identidad, un símbolo de estatus y un elemento de culto en el campo de la moda

Una pincelada de fantasía, algún destello metalizado, el trazo perfecto para resaltar los rasgos y la posibilidad de proyectar la mejor versión de ti misma: es el poder del maquillaje, y este verano te pertenece por completo