George, un piloto excepcionalmente alto con su 1.85 mts.- es el diamante en bruto de la Fórmula 1, horneado a fuego lento desde su llegada a la máxima categoría en 2018, contratado desde entonces como piloto Mercedes aterrizado en Williams, escudería que pasando por un momento bajo se convirtió de facto en el equipo B de las flechas de plata, encabezado por el mandamás Toto Wolff