Villa mostró su gusto por los cultivos. Correteó pollos, excavó con sus propias manos debajo de una planta hasta encontrar una papa para mostrar a sus invitados y les dijo: "Yo soy agricultor, buen agricultor, conozco los secretos de la agricultura y sé que es la salvación de los pueblos”. También reconoció que le había faltado cultura y que por eso desde que llegó a la Hacienda de Canutillo estudiaba todas las noches en su pequeña biblioteca. Texto: Raúl J. Fontecilla