Emblemáticos de su territorio, el canguro en Australia, el kiwi en Nueva Zelanda o el dragón de Komodo, en Indonesia, se convirtieron en la mejor publicidad para atraer turistas

Como pocas veces, la asamblea fue multitudinaria. No faltó una abogada defensora de los animales, una joven amante de los loros, el señor de los gatos (que tenía una docena), un alimentador de palomas que temía por el envenenamiento de ellas