La derrota trumpista sería un poderoso mensaje para otros liderazgos ultraderechistas que se han sentido respaldados o inspirados en él

Estados Unidos, con toda su arrogancia de país poderoso, ha tratado de imponer su modelo en países más débiles. Hoy, esa pretensión sería motivo de burla

Sí ha cambiado el tono y se ha elevado la confrontación, a tal grado que ha perdido la política y han ganado las violencias y las rupturas. ¿Hasta dónde?