Desde la catástrofe de la planta nuclear de Fukushima en 2011, Japón ha estado acumulando más de un millón de toneladas de agua con las que trata de enfriar los reactores que ardieron tras las explosiones causadas tras el paso de un tsunami. Según ha informado el gobierno, solo tienen capacidad para seguir almacenando agua contaminada hasta 2022. ¿A qué panorama se enfrentan?