Doria Vélez

Padres y madres caminan horas bajo el sol buscando cualquier indicio de tierra removida para clavar con fuerza una varilla en la tierra, que les permita detectar gases por la descomposición de posibles restos humanos. Padres y madres que, sin importar los posibles riesgos, día tras día tratan de rastrear entierros clandestinos para encontrar sus anhelados tesoros, que son los restos de sus hijos desaparecidos. Estas son las historias que se suelen encontrar detrás del hallazgo de una fosa clandestina durante los últimos años en México.

Por esta razón, desde hace muchos años ha sido evidente la necesidad de contar con un registro de fosas clandestinas en nuestro país, que revele las dimensiones de las crisis que enfrentamos. Esta no solo ha sido una petición de los colectivos de familiares de personas desaparecidas sino de organismos internacionales de derechos humanos como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Dicha petición se cristalizó en la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas ya que se estableció la creación del Registro Nacional de Fosas como una de las herramientas fundamentales del Sistema Nacional de Búsqueda para el ejercicio de sus facultades. Debido a ello, el anuncio de la publicación del Registro Nacional de Fosas realizado por Alejandro Encinas, el titular de la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, era esperado en el marco de la implementación de la Ley General por parte del Gobierno Federal. Sin embargo, dadas las características de la narrativa oficial de la federación, no se esperaba que se hablara de los cuerpos exhumados como si fueran meras estadísticas cuando son tesoros anhelados por miles de familias.

Si bien es importante reconocer el que se esté cumpliendo con la disposición normativa es necesario analizar la información dada a conocer por Alejandro Encinas. Lo primero que debemos preguntarnos es: ¿en qué medida lo presentado contribuye a identificar restos para el hallazgo de personas desaparecidas? ¿Cómo ayuda a generar las investigaciones de contexto claves para entender los patrones de desapariciones? Desde esta perspectiva, ¿qué significan los 81 sitios en donde fueron ubicadas 222 fosas clandestinas de las cuales fueron exhumados 337 cuerpos del 1 de diciembre de 2018 al 13 de mayo de 2019?

En primera instancia, esos datos no hacen referencia al total de fosas clandestinas halladas ni siquiera durante el periodo mencionado. Si se analiza a detalle a partir de casos individuales de entidades federativas se aprecia que no todos los casos se encuentran sistematizados y registrados.

Tomemos como ejemplo el caso de Jalisco. Acorde con la información brindada por Alejandro Encinas , en dicha entidad federativa fueron localizadas 8 fosas clandestinas de la cuales se exhumaron 20 cuerpos durante el periodo señalado. Estos datos son un tanto contrastantes con los que fueron dados a conocer por Gerardo Octavio Solís, titular de la Fiscalía General de Jalisco, quien hizo referencia a que en la segunda semana de mayo de 2019 habían exhumado 35 cadáveres de tres fosas clandestinas halladas en el estado. El fiscal precisó que en un rancho de Zapopan fueron “localizados 27 cuerpos de personas que en su momento fueron privadas de su libertad” (1).

La diferencia entre los datos del gobierno federal y estatal inclusive fue reconocida por la titular de la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas de Jalisco, Blanca Jaqueline Trujillo Cuevas, quien afirmó que hasta el momento en lo que va de la administración de Enrique Alfaro se han ubicado 14 fosas clandestinas y se han extraído 73 cuerpos. Acorde con sus declaraciones, la discrepancia se debe a que la federación no tomó en cuenta los hallazgos en El Campanario y El Colli (2).

La falta de consideración de ciertos casos en Jalisco en el Registro Nacional de Fosas hace cuestionable la calidad y solidez tanto de los datos presentados como de los procesos de recopilación, clasificación y sistematización de la información correspondiente. ¿Acaso cada una de las fosas y cuerpos exhumados de Sinaloa, Veracruz, Nayarit, Colima o de cualquier otra entidad federativa se encuentra registrado? Lo sucedido hace que inevitablemente nos cuestionemos sobre la importancia, seriedad y humanidad con la que se está tratando la problemática de los desaparecidos o, ¿están cumpliendo solo por cumplir? ¿Son estos esfuerzos los humanamente posibles que dice la Estrategia Nacional de Seguridad Pública se realizarán?

1 AFP (2019). “Encuentran 35 cadáveres en 3 fosas clandestinas de Jalisco” en El Universal disponible en: https://www.eluniversal.com.mx/estados/encuentran-35-cadaveres-en-3-fosas-clandestinas-de-jalisco

Directora de Investigación
@Dorsvel @ObsNalCiudadano

2 Bareño, Rosario (2019) “14 fosas y 73 cuerpos extraídos: Fiscal Especializada en Personas Desaparecidas” en El Occidental disponible en https://www.eloccidental.com.mx/policiaca/14-fosas-y-73-cuerpos-extraidos-fiscal-especializada-en-personas-desaparecidas-3625868.html

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