La familia de LOS UNIVERSALES tuvo ayer una doble celebración: el Gran Diario de México cumplió sus primeros 105 años de informar día a día, y este año su poderoso emblema del águila, que lo ha acompañado a lo largo de su historia y le ha dado identidad entre los mexicanos, incluso más allá de sus fronteras, conmemoró sus primeros 100 años.

Fue el 16 de abril de 1921 cuando EL UNIVERSAL presentó en su portada un águila como escudo y estandarte. Esa ave que, con sus altos vuelos, logra una visión cosmopolita y plural, es lo que ha representado a este rotativo a lo largo de su historia.

En la misa de Acción de Gracias en la parroquia del Santo Niño de la Paz se recordó aquel 1 de octubre de 1916, cuando esta casa editorial fue fundada por el ingeniero Félix Fulgencio Palavicini.

En esta celebración religiosa, su Presidente Ejecutivo y del Consejo de Administración, Licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz; su esposa, Perla Díaz de Ealy, y el Vicepresidente Ejecutivo y Director General, Juan Francisco Ealy Lanz-Duret, así como familiares, amigos, colaboradores y empleados dieron las gracias a Dios y a la Virgen de Guadalupe por este aniversario más.

Este año la pandemia provocada por el Covid-19 no impidió que LOS UNIVERSALES festejaran con todas las medidas sanitarias más de 10 décadas de vida. Incluso se elevó una oración y una reflexión en honor de los familiares, colaboradores y empleados que perdieron la vida en estos largos meses, y que se adelantaron hacia la casa del Señor.

En la parroquia del Santo Niño de la Paz, ese pequeño pero elegante templo católico que comenzó a construirse en 1923 y se concluyó en 1938 bajo un estilo neogótico, se respiraba un ambiente de fraternidad, compañerismo y camaradería. Hubo son-risas, saludos y afectos distantes, ante la pandemia, entre los invitados, que muchos de ellos tenían incluso meses sin verse debido a los confinamientos.

El padre Alberto Vázquez Andonaegui dio la bienvenida a la casa de Dios al Licenciado Ealy Ortiz, a su esposa y a LOS UNIVERSALES, y pidió darle gracias al Señor por los 105 años de vida de este proyecto, y por que todos sus trabajadores, hasta hoy, continúan contribuyendo a este noble ejercicio. Guardó un momento de silencio para pensar por qué y por quiénes se debía ofrecer la misa de este viernes.

La música de la liturgia estuvo a cargo del director de orquesta Javier Márquez, egresado de la Facultad de Música y quien, junto a sus compañeros, interpretaron la Misa Oaxaqueña, de Timoteo Cruz Santos, con órgano, trompetas y batería.

Los asistentes ofrecieron una oración al Padre Santo y a la Virgen María para que iluminara a LOS UNIVERSALES con el esplendor de la verdad y protegiera a la familia de El Gran Diario de México, para que sigan fielmente el camino del Evangelio. Ante los asistentes, el padre dijo que en la vida hay momentos felices y otros amargos. Y, aunque parece que se está saliendo de la oscuridad, familias quedaron destrozadas, personas sin esperanza y sin ilusión, y otros se hicieron más fuertes, hasta más sabios.

En un momento emotivo de la ceremonia, Vázquez Andonaegui dijo: “105 años es todo un caminar. ¿Cuántas personas no han conocido ustedes? ¡Muchas! Y si hablamos de personas, también debemos hablar de familias, experiencias, unas buenas y esas hay que agradecerlas, y de las malas hay que aprender”.

Fue el día en el que la familia de LOS UNIVERSALES acudió a dar gracias y a pedirle al Señor y a la Virgen que permita seguir adelante por más años. Fue el primer evento público después de meses. Fue el espacio para ofrecer una ofrenda a la Iglesia, y para que cuatro colaboradores de esta casa editorial: Fernando Zúñiga, Angélica Navarrete, Óscar González y Erika Telich respaldaran y felicitaran al Licenciado Ealy Ortiz por sus 52 años al frente del diario, y por el liderazgo, sensibilidad y fortaleza.

Larga vida a EL UNIVERSAL y nos vemos el año que entra.

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