La administración de Enrique Peña Nieto cumplirá con la meta que se fijó de crear cuatro millones de empleos dignos que brinden seguridad social, créditos para vivienda y consumo al término de su sexenio, aseguró Roberto Campa Cifrián, titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).

En su primera conferencia al frente de la dependencia federal, en la que estuvo acompañado por su equipo de trabajo, Campa Cifrián rechazó que los empleos generados sean precarios y destacó que en seis años se abrieron medio millón más de plazas que en las dos administraciones antecesoras.

“Todos los elementos están contenidos en los empleos a los que hemos hecho referencia. Son empleos que tienen la protección legal, en primer lugar; son empleos que tienen salud, que tienen todas las prestaciones, que tienen retiro, libertad de asociación, todos los elementos que están contenidos en esta definición de dignidad”.

Referente a la informalidad, dijo que ha disminuido en más de tres puntos porcentuales, pasó de 59.8% en el tercer trimestre de 2012 a 57.2 en el mismo trimestre de 2017.

Sostuvo que lo alcanzado por el actual gobierno rebasa lo logrado con Miguel de la Madrid, cuando se generaron entre 1.6 y 1.7 millones de empleos, con Ernesto Zedillo 2.4; con Vicente Fox 1.2 y con Felipe Calderón 2.3.

A diez meses de que termine el gobierno de Peña Nieto “se han generado 3.2 millones de empleos y se han recuperado los de carácter temporal que se pierden a principios del año”.

Agregó que el Servicio Nacional de Empleo ha colocado a más de 71 mil personas con algún tipo de discapacidad en un puesto de trabajo, esto es 2.1 veces más que en el mismo periodo de la administración anterior.

En el mismo periodo ha colocado a más de 192 mil adultos mayores, 2.5 veces más que en el mismo lapso del sexenio pasado.

En el último trimestre de 2017, la tasa de desocupación fue de 3.55% de la población económicamente activa, 1.6 puntos porcentuales menor que en 2012, comentó el funcionario, quien se dijo apartidista.

Acerca de la negociación del Tratado de Libre Comercio (TLCAN), aseguró que el capítulo laboral “no será un elemento que dificulte la negociación de este”, a pesar de las acusaciones que se han hecho desde Canadá y Estados Unidos sobre los bajos salarios que se pagan en México.

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