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El 57% de informalidad en el trabajo que se registra en México es un tema que le preocupa a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), porque “es casi siempre sinónimo de precariedad laboral, malas condiciones de trabajo y bajos salarios, afirmó el director General de esa institución, Guy Ryder.

En entrevista con EL UNIVERSAL en el marco de una visita de trabajo que realizó esta semana a México, destacó que hay “mucho de positivo” en la estrategia laboral del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, como la inserción de jóvenes en el mercado de trabajo, puesto que “me parece muy importante que se aborde el tema de los ninis, que ni trabajan ni estudian”, porque muchas veces se quedan al margen de la sociedad y es un peligro para cualquier sociedad que se queden fuera de las oportunidades en ese sector.

Guy Ryder, quien se reunió con el presidente de la República, así como con integrantes de los sectores empresarial y sindical, planteó la importancia de que la sociedad pueda crear las condiciones institucionales y legislativas para luchar y proteger a los trabajadores contra la corrupción en los sindicatos.

Subrayó como positivo que se lleve a cabo una reforma laboral, aunque puntualizó que no será fácil su implementación y que ésta será a largo plazo. En este tema como en otros programas e iniciativas que se desarrollen en el país, dijo que la organización que dirige apoyará en lo necesario. “Mi mensaje en México a la secretaria del Trabajo [Luisa María Alcalde] y al presidente [Andrés Manuel López Obrador] es que la OIT está a disposición para acompañar y apoyar a México en estas iniciativas”.

Esta semana se celebró el Día de la Justicia Social, ¿ve usted que se aplica realmente este principio en México?

—Nuestra organización tiene como mandato promover la justicia social en el mundo a través del trabajo decente, así es que esta jornada tiene un significado muy importante para mí, porque llego a México en el año del centenario de la OIT y estamos reflexionando sobre cómo promover la justicia social en el futuro en el mundo del trabajo, que está transformándose, y también el momento clave en la vida pública de México.

Conversando con los responsables gubernamentales, es evidente que en este momento se estén planteando en México iniciativas, cambios sumamente importantes que se prestan al optimismo sobre la promoción de la justicia social en este país.

Pienso sobre todo en la reforma laboral que se está avanzando, pienso en este programa, Jóvenes Construyendo el Futuro y pienso también en la reciente ratificación de México del Convenio 98, sobre negociación colectiva. Y lo que me parece sumamente importante es que México sí está ajustando sus políticas a la normativa laboral internacional, que son los convenios de la OIT en búsqueda de soluciones a los grandes desafíos en los mercados de trabajo.

¿Percibe usted grave precariedad laboral que tiene que ver, entre otras cosas, con los bajos salarios y brechas entre trabajadores de México?

—México tiene un mercado de trabajo muy particular, yo creo que un elemento que nos preocupa de éste es la tasa muy elevada de informalidad, que es casi siempre sinónimo de precariedad, malas condiciones de trabajo, bajos salarios; 57% de los mexicanos trabajan en condiciones de informalidad, por lo que la formalización de la economía informal tiene que ser un elemento de las políticas en el futuro.

También tenemos el fenómeno de los bajos salarios, me alegro de que se ha llegado a un acuerdo para subir el salario mínimo y eso no ha tenido un impacto negativo sobre la creación del empleo, porque esa es muchas veces la objeción contra la subida de salarios mínimos.

Pero hay mucho más que hacer y es evidente que hay que mirar los problemas, los desafíos en este sector en México de una forma integral. Hay temas de productividad y éstos tienen que ver con la formación y educación de los mexicanos.

También existe este sistema de relaciones profesionales, de negociación colectiva, de representación sindical, que son el centro de la reforma laboral.

Paso a paso podemos ajustar los mercados mexicanos de trabajo en todos estos dominios,

Debemos tener esta visión integral en el futuro del trabajo en México, que pueda beneficiar a la sociedad de una forma más amplia.

¿Cuál es su opinión sobre la estrategia que en materia laboral implementa el nuevo gobierno?

—Hay mucho positivo en esta estrategia. Ya mencioné las medidas que se están tomando para la inserción de los jóvenes en el mercado de trabajo, con este énfasis que me parece muy importante sobre los ninis, que ni trabajan ni estudian. Ellos muchas veces se quedan realmente al margen de la sociedad, eso es un peligro, dejar a los jóvenes fuera de los mercados de trabajo de forma permanente es un peligro para cualquier sociedad.

La reforma laboral es esencial, creo que no va a ser fácil. La implementación de ésta siguiente a la adopción de las leyes secundarias, va a requerir tiempo, no va a ser inmediata y las instituciones y actores sociales tendrán que ajustarse a nuevas realidades, pero son pasos importantes.

Mi mensaje en México a la secretaria del Trabajo y al Presidente es que la OIT está a disposición para acompañar y aportar a México en estas iniciativas.

¿De qué manera?

—Con asesoría técnica. El mismo marco normativo de la OIT y los convenios internacionales de trabajo establecidos por la organización dan una guía importantísima por políticas acertadas en materia de trabajo, hay varias maneras de hacerlo.

¿Cómo debe desarrollarse el tema de la democratización sindical?

—Una vez más, la reforma laboral da un marco para este proceso de cambio sindical y creo que mucho depende de los sindicatos mismos. Siempre actúo bajo el principio de base de que el sindicalismo pertenece a los trabajadores, sindicalismo democrático es el que representa y refleja la voluntad de los trabajadores, es un principio de base universal y es tan sencillo como esto, al final el futuro del sindicalismo, en México y donde sea, depende de los trabajadores mismos y a la capacidad de las organizaciones sindicales de presentar una reforma adecuada, honesta y sincera a sus intereses.

¿Cómo revertir la corrupción y opacidad en los sindicatos?

—Cualquier actor en la sociedad, sea un sindicato, una empresa, un responsable gubernamental, todos están bajo la misma disciplina, que quiere decir que la corrupción no se acepta en ninguna circunstancia, por un sindicato o cualquier otro actor.

Es importante que haya reglas, marcos institucionales y ese es todo el mérito de la reforma laboral, que no permita que la corrupción prospere.

El hecho de que la cuestión de la justicia laboral va a pasar de las juntas de Conciliación y Arbitraje al Poder Judicial es una garantía muy importante, así es que la sociedad tiene que crear las condiciones institucionales legislativas para luchar y proteger a los trabajadores contra la corrupción y cada actor debe tomar sus responsabilidades.

¿Qué temas abordó con el presidente López Obrador?

—El tema de la reforma, de los empleos de jóvenes son esenciales, en México también hay que hablar de migraciones. México, por distintas razones, está en el centro de los grandes debates del mundo sobre la migración y enfrenta situaciones muy complejas. Este país ya no es sólo de tránsito, sino de destino en la migración y a nivel internacional tiene un desafío importante.

El tema de la formalización de lo informal es importante, espero también, y se lo he dicho a la secretaria del Trabajo, que México estará en condiciones de ratificar el Convenio 189, que trata de los trabajadores del hogar.

Ojalá en este centenario de la OIT México esté en condiciones de ratificar este convenio que ofrecerá una protección mínima a los trabajadores quizá más vulnerables.

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