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La medición de la pobreza en México mostrará posiblemente una ligera mejoría en los ingresos de las familias, pero los datos deben tomarse con “mesura” para evitar triunfalismos que sean usados con fines políticos, advirtió Rogelio Gómez Hermosillo, consultor internacional en programas sociales.

De cara a la presentación de los resultados de la Medición de la Pobreza que realiza el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), Gómez Hermosillo explicó a EL UNIVERSAL que los datos que hoy se darán a conocer, fueron levantados en agosto de 2016, por lo que no reflejarán la inflación y el alza de precios que se han registrado en los últimos meses.

Esa medición podría mostrar una ligera mejora en el abatimiento de la pobreza, destacó el consultor.

“La encuesta del Inegi muestra una ligera mejora en el ingreso respecto a hace dos años, pero la inflación de ahora va a impactar los datos de pobreza siguientes, por eso es importante no irse con la finta y no caer en triunfalismos de una mínima mejora en los índices de pobreza entre 2014 y 2016”, dijo Gómez Hermosillo.

Explicó que entre 2008 y 2016 ha habido un “estancamiento de la pobreza”, en el que si bien se han presentado mejorías como la registrada en 2014, no ha habido un cambio sustancial: “Una buena política frente a la pobreza podría lograr mejoras significativas y sostenibles, pero es lo que no tenemos en México por desgracia”, aseguró el experto.

Indicó que la posible mejoría que se registre en la Medición de la Pobreza de 2016 corresponde a la recuperación del poder adquisitivo que se presentó entre 2014 y 2015, puesto que ya se había salido de la crisis económica de 2008 que afectó los indicadores de 2013 y 2014.

El ex coordinador de la Acción Ciudadana Frente a la Pobreza enfatizó que el ingreso laboral continúa siendo muy bajo, lo que pone en una situación de vulnerabilidad a los ingresos, por lo que ante cualquier variación económica se ven afectados.

“Debemos ser serios y establecer una discusión de cómo tener políticas públicas más efectivas, cómo tener acciones económicas y un nuevo modelo económico que permita mejorar los ingresos y un nuevo modelo social que permita garantizar los derechos y no la dispersión actual de programas clientelares y paternalistas que no resuelven los problemas, aunque mejoran algunas carencias”.

En junio, el secretario ejecutivo del Coneval, Gonzalo Hernández Licona, alertó que los niveles de inflación que se registran en lo que va del año, pueden elevar la cifra pobreza en 2017, por lo que se puede decir que hay “focos amarillos” . Afirmó que el poder adquisitivo ganado en 2015 y 2016 se están perdiendo este año, debido a la inflación, razón por la cual coincidió en la necesidad de incrementar 14 pesos diarios de manera gradual el salario mínimo, como sugiere la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

Ricardo Fuentes Nieva, director Ejecutivo de Oxfam México, dijo que se requiere establecer una agenda de debate público de largo plazo que tome en cuenta la realidad del país, las carencias de la población y que involucre tanto a la academia como a la sociedad civil.

Hernández Licona explicó que la captación del ingreso de las familias es uno de los insumos para la medición de la pobreza que realiza Coneval, por lo que se necesita introducir mejoras para la elaboración de este indicador que utiliza datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del Servicio de Administración Tributaria (SAT), a fin de conocer qué está pasando con la parte más alta de distribución del ingreso.

“Son cifras muy importantes que determinan la política pública y por eso nuestra recomendación es que se hagan consultas públicas con especialistas para que se evite la politización de esa información, para que se emitan políticas con evidencia”, dijo.

Rodolfo de la Torre, director del Programa de Desarrollo Social con Equidad del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, afirmó que un mayor involucramiento de la sociedad civil puede evitar que se politicen las mediciones de pobreza.

Confió en que los resultados que presente Coneval sean manejados con “precaución” y tengan en cuenta el margen de error, debido al cambio que hizo el Inegi en el método del levantamiento de la información.

Organizaciones como el Centro de Estudios Espinosa Yglesias, OXFAM México, el Instituto de Estudios para la Transición Democrática, así como integrantes del Centro de Investigación y Docencia Económicas, y del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED) de la UNAM, indicaron que la medición del ingreso de los hogares debe insertarse en una agenda a largo plazo, que ayude a garantizar claras mejoras, con base en la planeación, consulta pública y el establecimiento de procedimientos de control y validación.

Advirtieron que es necesario revisar los métodos para captar el ingreso, al incluir la incorporación de datos longitudinales y registros administrativos, como información fiscal (SAT), salarial (IMSS) y sobre transferencias de programas sociales (cartilla social), por lo que “es imperativo crear un padrón único de beneficiarios robusto y fidedigno”.

Detallaron que el Inegi realizó cambios operativos, que en la práctica se tradujeron en modificaciones a la metodología del Módulo de Condiciones Socioeconómicas de 2015, lo que impide comparar el nivel de ingreso actual con el que se reportaba desde 2008. Ante esto, el Coneval indicó que la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares (ENIGH 2016) cuenta ahora con una muestra mayor que permite generar información precisa del gasto de los hogares.

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