Los rectores y representantes de cinco universidades públicas del país firmaron el manifiesto en contra de las restricciones presupuestales del gobierno federal y de la mercantilización de la educación pública, en cuyo documento también se demanda “piso parejo” en el financiamiento público , tras considerar que “no deben de existir universidades de primera y de segunda”.

En la sesión especial del Inicio del Proceso del Foro de Reforma Universitaria “La Universidad Pública en la Agenda del Desarrollo Nacional”, los rectores de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca ; así como de la Universidad Autónoma de la Cuidad de México ; junto con los representantes de la Universidad Autónoma de Nayarit y de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo , plantearon con preocupación la precaria situación financiera por la que atraviesan, a pesar de cumplir con los estándares de calidad que impone la Secretaría de Educación Pública .

En este foro se lamentó la profunda crisis de las universidades que se ha agravado en las últimas dos décadas, limitando así el quehacer de las instituciones y ostentar el mayor rezago en materia de educación superior al tener la cobertura del 35.8 por ciento por debajo del promedio en América Latina; además de que el gasto por alumno más bajo entre los miembros de la OCDE.

En su turno, el rector de la Universidad Autónoma de Zacatecas , Antonio Guzmán, argumentó que México registra la tasa de gasto por estudiante más bajo de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y que la tasa bruta de financiamiento de la educación media superior y superior es de sólo 2.2 por ciento del gasto público, el cual se concentra en una decena de universidades públicas, dejando a más de 20 universidades dispersas en el territorio en precariedad y crisis.

Lo anterior -dijo- limita el incremento de la matrícula y genera condiciones degradadas para la admisión de estudiantes por no contar con los recursos para suficiente para infraestructura, mantenimiento y prestación de servicios escolares de calidad, así como el pago de salarios dignos para los trabajadores universitarios.

Aunado a esto, señaló Guzmán Fernández está el hecho de que la universidad pública se ha tornado un espacio más selectivo, privilegiando a los sectores de medianos y altos ingresos, esto en detrimento de las clases populares, teniendo menos posibilidades de desarrollo, volviéndose presa fácil de los mercados laborales altamente precarizados, la migración o actividades ilícitas.

Por su parte, Vicente Hugo Aboites Aguilar, rector de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), mencionó que la situación de crisis que se vive es una derrota muy profunda que sufrieron los maestros y los universitarios en la década de los 80 pues no se pudieron revertir las políticas de austeridad, donde la prioridad era pagar la deuda.

Consideró que la derrota se reflejó en las universidades de los años 90 pues fueron sometidas a una serie de transformaciones con el pretexto, promesa y esperanza de que así iban a tener el lugar preponderante en la educación nacional, que iban a tener financiamiento suficiente y responsabilidad social es por eso que cambiaron cosas sustanciales en las universidades, fueron modificadas a fondo.

Después de 30 años de diversas modificaciones, la respuesta se está teniendo con más claridad; “no solo no nos querían cuando éramos universidades progresistas si no que ahora tampoco como universidades neoliberales”, manifestó.

Por tanto, alertó que las universidades autónomas están en “peligro de extinción” y es por esto que se tiene que hacer un balance y tomar decisiones ya que la universidad es la representación del conocimiento que la sociedad necesita para sobrevivir.

En la sesión especial de consejo también participó Axel Didriksson Takayanagui, director del CESU (Centro de Estudios para la Universidad) de la UNAM, quien afirmó que ante el conocimiento internacional que se tiene sobre la situación crítica por la que atraviesan las universidades públicas, los asistentes en la Conferencia Universidad 2018 en La Habana, Cuba, manifestaron su solidaridad con las instituciones de educación superior de México por la terrible situación financiera en la que se encuentran y que ha derivado en recortes presupuestales.

El documento leído por el investigador menciona la ausencia de una auténtica política de Estado en materia de educación superior en ciencia y tecnología, y al muy escaso interés de las autoridades del Poder Ejecutivo y de los representantes de las cámaras de senadores y diputados para ofrecer una solución estructural que, en lugar de golpear y tratar de controlar a las universidades, las coloque en el muy relevante papel que tienen en el desarrollo nacional.

afcl

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