La tendencia de que personas de la tercera edad asuman el rol principal en la economía de los hogares mexicanos es una acción que va al alza en los últimos años, debido a múltiples factores, por ejemplo, a la dificultad por parte de los hijos de obtener trabajos bien remunerados y poder acceder a una vivienda, situación que no debería corresponder a esta etapa de su vida, aseguraron especialistas.

En el marco del Día del Abuelo, Susana Ochoa de Rojas, investigadora y académica de la Universidad Panamericana (UP), indicó que es más frecuente que los ancianos aporten montos completos de su jubilación, apoyos económicos de programas gubernamentales o que se abuse de ellos para el cuidado de menores.

“Hay una tendencia de aprovechar el dinero de los abuelos, quienes en su mayoría reciben una jubilación, es decir, tienen recursos asegurados cada mes. Según el Inegi, 83% de este sector de la población está protegidos por la seguridad social.

“Además, hay más proyectos sociales de apoyo a personas de la tercera edad a nivel federal. Es un porcentaje de la sociedad que cuenta con apoyo económico seguro, por lo que se saca provecho de su situación”, comentó la experta.

Manifestó que entre los factores que contribuyen al abuso económico hacia este sector de la población, se encuentra que hay menos posibilidades de obtener trabajos que permitan satisfacer las necesidades básicas o de acceder a viviendas, por lo que es más fácil permanecer mayor tiempo en casa de los padres, lo que contribuye a un abuso hacia ellos.

“Muchos de los jóvenes estudian una carrera y al salir no encuentran trabajo o si lo consiguen es con salarios bajos, lo que resulta en que no puedan tener créditos para obtener un hogar, por ejemplo, el Infonavit.

“En el caso de los hijos que deciden tener bebés, en vez de pagar una guardería, deciden ahorrar ese dinero y ponen a los abuelos a cuidar a los nietos.

“Eso pasa muchísimo, es decir, hay una especie de contratación informal de las personas de la tercera edad como niñeros, algo que es a todas luces injusto”, declaró.

Indicó que a pesar de que es más frecuente ver este tipo de abusos, “siempre nos hemos querido aprovechar de los débiles, es una acción que no es novedad, por ejemplo, siempre ha habido personas que le quitan la pensión a la mamá y la meten en un asilo, o les quitan su dinero para aprovecharlo”.

La académica de la Universidad Panamericana explicó que estos comportamientos de abusos hacia personas de edad avanzada responden a que muchas personas “no pueden hacerse cargo de sus vidas, entonces hacemos que otras lo hagan. En este caso, ancianos, lo que va en contra de su derecho a tener una vejez tranquila y libre de preocupaciones, puesto que su rol de padres, de preocuparse por la salud de sus hijos, de su alimentación y vivienda quedó atrás”.

Carlos D’Hyver De Las Deses De Juillac y Wiechers, coordinador de Geriatría de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), afirmó que los ancianos con preocupaciones por apoyar económicamente a sus hijos o nietos tienden a sufrir con mayor frecuencia estrés, que puede resultar en enfermedades.

“Las personas que tienen demasiadas preocupaciones sufren problemas sicológicos, es decir, tienen un nivel de estrés y puede repercutir en una enfermedad. Es más fácil que en una persona de edad avanzada se desequilibre su organismo y se le pueda subir la presión, el azúcar o tengan dolores musculares”, comentó.

Declaró que el estrés es un estado de cansancio mental que puede ser manejable en edades más jóvenes; sin embargo, “en personas de edad de fragilidad, el día que exista un estrés importante puede ocasionar que el organismo caiga definitivamente y traer infartos, accidentes cerebrovasculares, que el azúcar se suba demasiado, o se tengan problemas del riñón y de movilidad, es decir, en esta edad se tiene una repercusión mayor”.

El especialista criticó que en el país sólo existan 401 geriatras en toda la República para atender a los 12 millones de mexicanos con más de 60 años, por lo que urgió a incrementar esta cifra para atender a este importante sector de la población.

“Necesitamos más especialistas”. “En todo el país hay 401 especialistas en toda la República avalados por el Consejo Mexicano de Geriatría. No es suficiente, nos falta mucho por hacer, por ejemplo, se calcula que se necesitarían 2 mil 500 especialistas en adultos mayores, es decir, en México como hay alrededor de 12 millones de adultos de más de 60 años, se necesita un geriatra por cada 5 mil personas de edad avanzada, cosa que desgracidamente todavía no tenemos”, señaló.

Carlos D’Hyver De Las Deses De Juillac y Wiechers aconsejó que todos los adultos mayores necesitan del apoyo de sus hijos para tener una vejez de calidad, debido a que se encuentran en una etapa de la vida de muchos cuidado.

“Los hijos deben estar al pendiente de ellos, apoyo moral, tal vez no podamos estar junto a ellos; sin embargo, no los debemos de olvidar. Necesitamos estar al pendiente de que tengan una buena alimentación, de que hagan ejercicios, que sepan descansar y que sigan desarrollando mentalmente”, señaló el experto.

Agregó que es muy importante y básico el que la familia tome en cuenta las decisiones de las personas de la tercera edad, debido a que se convertirán “en la muleta que las personas necesitarán hasta el último día de sus vidas, porque algún día nos vamos a morir, eso es algo que es seguro, pero esto tiene que ser con la mejor calidad posible”.

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