El gobernador de Baja California, el morenista Jaime Bonilla Valdez, acusa que funcionarios del gobierno federal desprecian mucho a la entidad y que defienden intereses económicos sin abogar por los sociales, tal es el caso del secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT), Javier Jiménez Espriú, “quien nunca se ha parado en el estado”, declara.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el mandatario —quien se confrontó con la Federación debido a un decreto para que la plaza de cobro de la carretera Tijuana-Playas de Rosarito pase a control estatal, de inmediato frenado con la fuerza pública por la SCT— advierte que a él el pacto fiscal no le hace tanto daño como el federal, en el que funcionarios toman decisiones por el estado.

En esta queja, señala que Baja California es en donde mejor le fue en las votaciones al presidente Andrés Manuel López Obrador. Dice que es en donde más quieren al Jefe de Estado, pero también es la entidad que gran parte del gabinete de primer nivel desprecia mucho.

Bonilla tiene claro que si Morena no arregla sus conflictos internos, el peor enemigo del partido será el mismo instituto político, no el PAN ni el PRI.

¿Ha domado al Covid-19?

—El estado de Baja California y en lo particular Tijuana es sui generis, la movilidad que ha tenido históricamente la ciudad de Tijuana [es] muy particular a [la de] la ciudad de San Diego, por ende, [es] el estado más rico, [es] de las ciudades más rica, que tiene mucha actividad industrial, comercial y turística, ha sido muy difícil erradicar, parar o disminuir la movilidad, porque cuando aquí hablan de bajar la movilidad [significa] parar el comercio.

No nos fue muy bien en ese aspecto, aunque sí se redujo considerablemente, pero hasta donde pudimos hacerlo, no fue tan fácil aquí. En Mexicali fue más fácil hacerlo, más que nada Rosarito y Tecate son municipios muy pequeños, pero al estado le va como le va a Tijuana.

¿Tiene ayuda de la Federación o enfrenta solo esta emergencia?

—La Federación nos ha apoyado en todo, especialmente con el tema del Insabi, no ha habido realmente ninguna falta de apoyo. Siento que el gobierno federal ha cumplido.

Ahora ha habido gastos, erogaciones que no estaban contempladas con lo del Covid. Los efectos que tuvimos nosotros con la baja recaudación, porque se cerraron muchos negocios, tuvimos que buscar algunos aspectos alternos para poder; obviamente seguimos con los mismos compromisos y no tenemos ingresos, es un problema.

El gobierno federal nos apoyó en lo que pudo, tiene sus limitaciones, también fueron afectados. Pero aquí en particular, Tijuana es una ciudad muy productiva, muy rica, es generosa y la gente ha entendido bien y hemos tenido muchísimo apoyo.

Cuando digo eso es porque hemos tenido muchos donativos. Nosotros no tenemos tantas erogaciones porque muchas empresas esenciales y no esenciales, incluso cerradas, nos donaron cubrebocas, ventiladores, batas, insumos que nos hubieran costado mucho dinero. Nos apoyaron mucho, en ese aspecto no me puedo quejar, ha sido muy solidaria la situación del empresariado y de la ciudadanía en Baja California.

¿Depende del pacto fiscal?

—No, a mí lo único que me preocupa más que el fiscal es el federal, que es el que nos quita mucho para poder hacer las cosas que queremos hacer y uno de los temas que estamos atravesando por una crisis que no nos permite la autonomía, con respecto a aliviar el gasto de casetas de cobro en carreteras que se pagaron cuatro veces.

Si se va a incentivar, algo le debe quedar al estado, pero no le queda nada, todo se lo llevan y para mí es uno de los grandes problemas que tengo aquí en el estado, la lejanía. Somos el más alejado, en donde [le fue muy] bien al Presidente de México, en donde más [lo] quieren, y con índices comprobados.

Sin embargo es la entidad [que] gran parte del gabinete de primer nivel desprecia mucho, un ejemplo es el secretario de Comunicaciones y Transportes, ni siquiera conoce Baja California, nunca ha venido, cuando menos aquí nunca lo han visto, pero es muy pronto para tomar decisiones arbitrarias como la que acaba de tomar hace un par de días y ese tipo de gente le hacen daño a la Cuarta Transformación, esa que nunca hizo nada, ningún movimiento cuando creamos el partido y ahora son los que toman las decisiones, esa es la gente que debería salir inmediatamente del gobierno, pero ahí está.

¿Hay que cambiar los pactos fiscal y federal?

—Todo con el tiempo se tiene que ajustar, sí se tiene que ajustar, pero se debe tomar en cuenta que las cosas, no los estados, han crecido de diferente manera. Hay la voluntad del gobierno federal para hacer los ajustes. No tengo problema en Baja California con el pacto fiscal, no lo tengo porque me han dado toda la actitud para generar impuestos necesarios, no tengo problema con eso.

Sí [lo] tengo con algunos en unos aspectos en donde nos amarran las manos y nos dejan a expensas de secretarios que no conocen nuestro estado y nuestros problemas. Platiqué muchas veces con el señor Presidente cuando estábamos en la campaña, que uno de los grandes problemas de Baja California es el desconocimiento, pero él sí conoce [la entidad], por eso hizo los compromisos que hizo.

Él hizo el compromiso de la caseta esa [Tijuana-Playas de Rosarito] porque los habitantes de ahí le pidieron al señor Presidente en la campaña del 18, y los dos hicimos el compromiso de que a ellos ya no se les iba a cobrar.

¿Se va a aventar el tiro con el gobierno federal por el tema de la caseta?

—No es el tiro con el gobierno federal, es con el secretario de Comunicaciones, [Jiménez Espriú], quien ni siquiera de Morena es, que nunca ha estado en Morena, nunca sudó una gota con Morena y ahora el señor defendiendo intereses económicos en lugar de abogar por los sociales.

Es una injusticia lo de la caseta, se ha pagado cuatro veces esa carretera. La gente para ir a comer a su casa tiene que pagar caseta y para regresar igual. Es una injusticia y más ahora con el Covid. Esto es el trabajo de un secretario irresponsable que no le importa lo que pasa aquí.

¿La inseguridad se disparó?

—No, de hecho ha beneficiado que la gente se ha quedado en sus casas, la delincuencia va a existir siempre, hasta cierto punto. Se redujo el robo a domicilio, de carros, los homicidios, han aumentado en otro tipo de cosas, pero son cosas menores, en lo general no nos afectó a nosotros, yo creo que hasta nos benefició.

El próximo año hay elecciones, ¿cómo se está preparando?

—El movimiento más que nada es dentro de los partidos, la gente expresa y en los periódicos publican posibles candidatos, pero en Baja California no ha sido tanta la expresión, claro que hay gente que se siente que va a participar, pero hasta ahorita por lo menos que se haya destapado la cloaca de muchos candidatos, no.

¿Mantiene la iniciativa de que el próximo gobierno sea de tres años?

—No, hay un error, no es iniciativa del gobierno, es del Congreso. La apoyo porque es lo más benéfico para el estado, que sea de tres años y no por otra cosa, a Baja California le va bien hay elección presidencial.

Nosotros ganamos gracias a la ciudadanía, porque Morena tiene 3 millones de afiliados a nivel nacional y el señor Presidente tuvo más de 30 millones. En Baja California hay 60 mil afiliados a Morena, la mayor parte los afilié yo cuando constituí el partido.

¿Va por que Morena se mantenga?

—Esa decisión la va a tomar el pueblo obviamente, yo apoyo a mi partido, sudor me costó crearlo y claro que quiero que se vea continuidad en los gobiernos de Morena, son 15 gubernaturas en el país en 2021. A Morena le va a ir muy bien, no voy a echar las campanas al aire de decir cuántas vamos a ganar, [pero] le va a ir muy bien; no se puede equivocar, no puede seguir con los desgastes que [tiene] a nivel nacional.

¿Se refiere a pleitos internos?

—Sí, claro, las acusaciones, denuncias falsas, argumentos para dañar políticamente a equis persona, eso se ve muy mal, la sociedad no lo va a ver bien, quieren que Morena gobierne, pero así no se puede. El peor enemigo de Morena va a ser Morena, no el PRI ni el PAN.

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