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Tampico, Tamps.— Los tripulantes de las embarcaciones mercantes, de turismo, de guardia costera y hasta los de la Marina-Armada ya lo esperaban, sabedores de que sería la última ocasión que Enrique Peña Nieto encabezaría, como Presidente de la República, el homenaje a los marinos caídos en altamar.

Desde el primer helicóptero que llegó a la cubierta del buque Papaloapan se creó la expectativa, pero el mandatario no descendió, y así desfilaron otras cinco aeronaves, hasta que en la sexta, la comitiva presidencial descendió y se colocó en cubierta.

Y después de la espera, desde el buque Papaloapan, el presidente Enrique Peña Nieto depositó un arreglo floral en aguas del Golfo de México, momento que a pesar de haber durado tan sólo un instante, representó toda la importancia que se les da a quienes han perdido la vida sirviendo a la Marina, pero sobre todo a quienes conforman la industria marítima nacional.

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