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Para Mario Pedraza, el mayor logro de la Policía Federal (PF) en sus 10 años de existencia no se resume en la cantidad de armas aseguradas, personas detenidas, droga decomisada o carros recuperados, sino en “la tranquilidad que le brindó al país”.

“El aporte más grande [de la dependencia] fue hacer que las personas pudieran salir de sus casas a cualquier lugar sin el temor de que hubiera alguna agresión en su contra”, señaló el integrante de la División de Fuerzas Federales de la PF.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Mario Pedraza explicó que las movilizaciones de sus compañeros, así como los juicios de amparo interpuestos en diversos tribunales, persisten por la sensación de que su trabajo no ha sido valorado en el proceso de transferencia a la Guardia Nacional.

Aunque Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), ofreció a los policías hasta 10 opciones diferentes para que sigan laborando en el gobierno, Pedraza destacó que los uniformados no darán un paso atrás hasta que se cumplan todas sus peticiones.

“Somos una institución destacada y preparada, tomamos muchos cursos nacionales e internacionales para actuar respetando los derechos de todos. Cuando se implementó el nuevo sistema de justicia penal, a la PF le cayó de sorpresa, pero con preparación salimos adelante”, afirmó.

Reconoció que el movimiento de los policías federales se ha dividido entre quienes ya aceptaron algún puesto en otra dependencia, los que han decidido salir a la calle para protestar por sus derechos laborales y quienes han acudido a tribunales.

“Tenemos la firme convicción de que luchar por nuestros derechos [debe ser] ante un juzgado.

“Hemos tramitado varios amparos y muchas resoluciones han salido a nuestro favor. Salir a las calles no es el camino que todos elegimos, porque queremos que la gente perciba todo el profesionalismo de la PF”, expresó.

Mario Pedraza relató que durante su estancia en la dependencia participó en operativos contra el crimen organizado en Michoacán y Veracruz, y que aunque él salió ileso de los enfrentamientos, muchos de sus compañeros fallecieron.

“¿Qué le van a decir a los familiares de los compañeros que fallecieron? ¿Que la institución por la que murieron va a desaparecer? ¿Así nada más?”, lamentó.

Otro uniformado entrevistado, quien pidió reservar su nombre para proteger su condición laboral, consideró que “la desaparición de la PF deja un hueco en el país, pues aunque muchas ocasiones recibimos reclamos de defensores de los derechos humanos, terminamos siendo la institución en la que más confiaba la gente”.

Por último, ambos policías hicieron un llamado a las autoridades federales para seguir con el diálogo y respetar los acuerdos que se hayan logrado en estas semanas, a fin de que la extinción de la dependencia se lleve a cabo sin contratiempos.

Hace unas semanas, un grupo de 150 policías federales bloqueó las calles aledañas del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), aunque más tarde logró un acuerdo con Durazo Montaño.

Tanto el secretario de Seguridad como los elementos policiacos indicaron que durante las fiestas patrias no habría obstrucciones en vialidades; sin embargo, los uniformados amenazaron con volver si las autoridades no respetan el trato al que llegaron.

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