El 10 de diciembre de 2002, Alfonso Ramírez Cuéllar era líder de la organización campesina El Barzón. Él junto con algunos de sus integrantes irrumpieron en la Cámara de Diputados montados a caballo y aunque no pudieron ingresar al pleno, este hecho le dio la vuelta al país y marcó al originario de Río Grande, Zacatecas, para toda su carrera política; 18 años después, es el líder nacional del partido en el gobierno: Morena.

Aquel martes, Ramírez Cuéllar y su caballo se quedaron en la explanada principal del Palacio Legislativo de San Lázaro y demandaban mayores recursos para el campo y que se revisara el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), pues el sector agropecuario no había sido muy favorecido.

El Barzón también fue una organización que sirvió para combatir el rescate bancario, es decir, el Fobaproa, y hoy, 30 años después, Ramírez Cuéllar vuelve a enfrentarse con los hombres del dinero al proponer la “progresividad fiscal” para que las grandes fortunas paguen y colaboren más en los gastos nacionales.

A Alfonso Ramírez Cuéllar lo consideran una persona tranquila y relajada, digamos “bonachón”; sin embargo, “tiene su carácter” y cuando lo haces enojar “sale el verdadero Alfonso”, nos dice uno de sus diputados cuando le pedimos que lo describiera. “Es un buen negociador y tiene muy buena memoria”, remata.

Era diciembre de 2018, Ramírez Cuéllar era un diputado poderoso al ser presidente de la Comisión de Presupuesto, y en este órgano legislativo recibían a los gobernadores de todo el país, quienes demandaban que no hubiera recortes para el campo.

Silvano Aureoles, gobernador de Michoacán, criticó que algunos, como Ramírez Cuéllar, primero estuvieran en la oposición exigiendo recursos y ahora que están en el gobierno ya no dicen nada y lanzó: “Nadie olvidará que usted metió caballos y burros a la Cámara de Diputados”.

Enérgico, Ramírez Cuéllar tomó el micrófono y le respondió que hay gobernadores que no pueden darles lecciones de congruencia ni de independencia, “el gobernador Silvano [Aureoles] creo que es el menos indicado para hablar de congruencia, de eficiencia en el gasto y de independencia frente a los poderosos”.

Ramírez Cuéllar estudió Antropología Social e Historia, así como Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Actualmente tiene 60 años y cuenta con vasta experiencia legislativa, pues ha sido diputado de la Ciudad de México de 1991 a 1994; y legislador federal de 1997 a 2000, y de 2003 a 2006.

Fue fundador y miembro de la dirigencia nacional del PRD, miembro de la Corriente Socialista, integrante del Partido Patriótico Revolucionario (PPR) y miembro del Partido Mexicano Socialista (PMS), es decir, se formó en la izquierda.

Desde 2014 se afilió a Morena y el 26 de enero de 2020 fue electo presidente provisional de Morena por el VI Congreso Nacional Extraordinario, para dejar de lado a Yeidckol Polevnsky.

Ramírez Cuéllar estuvo muchos años desaparecido de la escena pública, hasta su reaparición en septiembre de 2018 como integrante del grupo parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados por la vía de la mayoría relativa.

Ramírez Cuéllar reapareció caminando por la avenida Álvaro Obregón cuando la bancada de Morena tuvo su primera reunión. Bajo su brazo derecho cientos de papeles en fólderes que son característicos de él. Vestía un pantalón gris, una camisa azul y un saco azul.

Ahí, Ramírez Cuéllar cabildeaba con sus colegas diputados para ser el coordinador de bancada. En esta pelea también estaban Mario Delgado, Pablo Gómez y Dolores Padierna; sin embargo, los apoyos internos inclinaron la balanza del lado de Mario Delgado.

Ramírez Cuéllar es “entrón”, debate bien en tribuna y hoy se enfrenta a los hombres poderosos, a los del dinero, con su propuesta que no fue respaldada por el hombre número uno en Morena, el presidente Andrés Manuel López Obrador.

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