¡Que viva México!

Para todas las naciones del mundo es esencial conocer su historia.

A través de ella, se pueden transmitir a las nuevas generaciones tradiciones, valores y anhelos, es así como, esta desempeña un papel fundamental en la consolidación de la identidad nacional, aspecto crítico para mantener la integridad y la unidad de un Estado-Nación, lo que garantiza su continuidad.

En México, esta conciencia histórica se arraiga desde la época insurgente, cuando inspirados por el padre de la patria, el cura Miguel Hidalgo, la sociedad se alzó en armas para luchar por sus derechos, independencia y libertad. Estos actos de valentía, unidad y determinación están claramente documentados, un ejemplo de ello son los Sentimientos de la Nación, en donde el Generalísimo Morelos idealizó conmemorar el 16 de septiembre año tras año, como un símbolo de unidad por el inicio de nuestra independencia.

Es por eso que cada año, en esa fecha y a lo largo de todo septiembre, los mexicanos salen a las calles para celebrar sus sentimientos, identidad y aspiraciones, de ahí que, con estas conmemoraciones fortalecemos la unidad nacional y por ende, consolidamos al Estado mexicano; las naciones que no se cohesionan a través de su historia están condenadas al fracaso.

En ese sentido, el Instituto Armado ha acompañado a la nación en cada etapa de su historia, participando en los eventos más destacados que han marcado su curso. Es con ese espíritu y en cumplimiento a la cuarta misión de la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, como este se suma a todas las conmemoraciones cívicas a lo largo y ancho del territorio nacional, participando con bandas de guerra, bandas de música, escoltas de bandera en diversos actos sociales, destacando siempre el desfile cívico-militar del 16 de septiembre, toda una tradición familiar en México.

En ese contexto, es un honor y privilegio para quienes formamos parte de las fuerzas armadas de tierra y aire, ser designados para participar en el desfile que conmemora el 213 aniversario del inicio de nuestra independencia y que este año se realza con la conmemoración de los 200 años de lealtad institucional del Heroico Colegio Militar.

Se trata de un insigne plantel que se estableció solo dos años después de nuestra independencia, el 11 de octubre de 1823, con la finalidad de formar profesionalmente a los líderes militares de la nueva patria, para la salvaguarda de nuestra independencia, soberanía e integridad nacional. Desde entonces el Heroico Colegio Militar ha trazado su camino marcado por la lealtad, demostrada en numerosos actos heroicos de sus hijos, quienes siempre han servido con honor a las causas más nobles de la patria.

Por todo ello, los mexicanos debemos enorgullecernos de contar con una institución bicentenaria de esta magnitud, que ha nutrido por dos siglos los cuadros de mando del Ejército y recientemente, de la Guardia Nacional.

En este mes de celebración nacional ¡que vivan los héroes que nos dieron patria! y que todos los mexicanos, sin importar donde nos encontremos, no perdamos la oportunidad de sentirnos orgullosos de lo que somos y de reconocernos como ese gran pueblo de individuos e instituciones que nos permiten decir también ¡que viva México!