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¿Sesión solemne? Quién sabe. Las colaboradoras en el Senado se engalanan, con expresión de embeleso, y su motivo es mirarlo de cerca. “Creen que las va a ver”, hay quien dice en la Cámara Alta que espera animoso al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.

El premier es recibido por los cadetes del Heroico Colegio Militar en uniforme de gala. Los himnos nacionales son interpretados por la banda de la Secretaría de la Defensa Nacional. Las comitivas de los senadores, diputados y secretarios del Ejecutivo son puntuales.

El canciller Luis Videgaray Caso, quien el pasado martes fue la estrella, queda eclipsado.

En el salón de la Cámara Alta hay disputa por los lugares. El quórum suma 73 senadores. Los diputados que vienen con invitación ven en qué espacio se acomodan. Nadie respeta lugares. Videgaray ve la oportunidad y le planta un beso a Layda Sansores, del PT.

El político canadiense entra a paso rápido. No sabe que esto no es el Parlamento en Ottawa. Va a la tribuna sin partir plaza.

El presidente del Senado, Ernesto Cordero Arroyo, conduce la sesión. Expone el interés de México en la renegociación del TLC: “Para mejorar la calidad de vida [de nuestros pueblos], la respuesta no está en cerrar fronteras”, dice.

Da la palabra a Trudeau, quien baja al atril del centro. Nada ha dicho y gana aplausos. Se traduce del inglés en audífonos: “Si ustedes no fueran nuestros vecinos”, habría dicho en su idioma, pero la traductora ha dicho: “Nuestros novios”. Sensual equívoco que corrige enseguida. El galán Trudeau agrega: “Seguiríamos siendo amigos”.

Ahí es cuando se lleva el primero de nueve aplausos en 15 minutos. Los atrapa en el segundo tercio, con su agenda de matiz social para la renegociación del TLC. Felicita a México por impulsar los derechos de las mujeres y las niñas. Lo aclaman ellas, lo ovacionan ellos.

El visitante propone una visión “progresista”. Habla de derechos humanos, democracia y mejores salarios. El premier es aclamado al decir: “Tenemos que inspirarnos en esas elocuentes palabras que están detrás”. Lee en español: “Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.

Son suyos. El tercer aplauso de pie. Las senadoras tapan el paso pues han ido por el beso y la foto. La presidenta de la Jucopo, la senadora Ana Lilia Herrera Anzaldo (PRI), en tribuna ha cumplido su representación, al lado de Cordero, el diputado Jorge Carlos Ramírez Marín, los secretarios Videgaray y Guajardo. Trudeau se acerca a ella y se despide. Afuera una escuadra de senadoras se disputan el espacio para una selfie.

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