La tarde del domingo, a la hora de la comida, tres sujetos irrumpieron en la casa del cardenal Norberto Rivera Carrera, ubicada en la colonia Florida. Uno de los i ndividuos disparó contra un policía auxiliar, quien repelió el ataque.
El elemento de la policía falleció minutos más tarde y el ex arzobispo de la Ciudad de México no se movió de la residencia. Todo entre las 15:00 y 16:00 horas del 21 de octubre.
Una llamada al secretario de Seguridad Pública de la CDMX, Raymundo Collins, quien se encontraba con el religioso. De botepronto, aventura un posible asalto a la casa de don Norberto, hipótesis que desde la tarde del domingo parece muy endeble por el ataque mismo y la huida de los delincuentes en dos camionetas.
Después la policía de la CDMX y sus contrapartes del Estado de México encuentran a un hombre herido en el hospital del IMSS en Lomas Verdes . Un tal José “N”, de 35 años, quien resultó herido por el policía auxiliar que cuidaba la casa del cardenal.
El hombre, según los datos obtenidos por la policía de la CDMX, había participado en una banda de secuestradores. Viene la hipótesis de un eventual plagio y el religioso como blanco.
Pero hoy, el periodista y columnista de esta casa editorial, Carlos Loret de Mola, revela que sicarios querían matar al cardenal.
Nos falta el móvil: ¿Por qué atacaron la casa de Norberto Rivera Carrera? ¿Por qué querían matar al cardenal?
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