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Ignacio Ovalle Fernández, creador de los “tortivales”, uno de los primeros artífices del desmantelamiento de la Conasupo en la era de Carlos Salinas de Gortari y testigo estelar en el juicio contra Raúl Salinas por el homicidio de José Francisco Ruiz Massieu, regresa a la palestra política de la mano del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.

A partir del próximo 1 de diciembre, Ignacio Ovalle Fernández se dedicará, por instrucciones de López Obrador, a administrar un nuevo órgano alimentario, que buscará apoyar a la gente de menos recursos.

Ovalle Fernández colaboró con el ex presidente Luis Echeverría, de quien fue secretario particular y de la Presidencia del 1 de diciembre de 1975 al 30 de noviembre de 1976.

Estará al frente del nuevo organismo que se llamará Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) que unificará Diconsa y Linconsa, es decir, revivirá la Conasupo que él encabezó y luego desmanteló en la gestión de Salinas de Gortari, cuando fue su director de diciembre de 1988 a febrero de 1991.

También es recordado por crear los “tortivales”, que se cambiaban por kilos de tortilla a principios de los años 90.

En octubre de 1989 puso a la venta plantas y activos de Industrias Conasupo (Iconsa); desapareció los precios de garantía para los campesinos, cerró y vendió 589 Conasuper, retiró las concesiones a 2 mil 144 tiendas, y dejó en el desempleo a más de 20 mil trabajadores que realizaron numerosas protestas, aduciendo que no se les había indemnizado como establecer la ley.

También fue embajador en Argentina en el sexenio de Miguel de la Madrid y con José López Portillo, estuvo al frente del Instituto Nacional Indigenista y coordinador del Plan Nacional de Zonas Deprimidas y Grupos Marginados (Coplamar).

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