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El pleno de la Cámara de Diputados reconoció, con una sesión solemne y la inscripción de letras en el muro de honor del salón de plenos, el 80 aniversario de la llegada del buque Sinaia a Veracruz, con lo que comenzó el Exilio Republicano Español en México.

El presidente de la Cámara baja, Porfirio Muñoz Ledo, reconoció el hecho como “una de las más grandes hazañas políticas, diplomáticas y morales del siglo XX”. La leyenda fue colocada bajo el nombre del general Lázaro Cárdenas, a decir de Muñoz Ledo, “para sugerir una simbiosis histórica.

“Las letras de oro que develamos hoy hacen perdurable la intención y la realización de esta gran hazaña. Devolvemos con esta placa lo que hemos recibido [y se] vuelve perdurable a la intención, a la conversión de la tragedia en vida nueva y larga esperanza”, dijo.

Al inicio de la sesión solemne se proyectó un video que retrataba el destierro que vivieron los españoles, quienes defendieron la constitución de su gobierno como una República frente al régimen de Francisco Franco, y que huyeron a México a consecuencia de la Guerra Civil que se desató en España entre 1936 y 1939.

Además, Muñoz Ledo aseguró que Lázaro Cárdenas “combatió las dictaduras y organizó, personal e ingeniosamente, el tránsito de los refugiados”.

Al justificar el acto, el presidente de la Comisión de Régimen, Reglamentos y Prácticas Parlamentarias, Jorge Luis Preciado (PAN), indicó que el exilio español fue una muestra de que México tiende a aceptar migrantes“ que sean perseguidos por la guerrilla, por la política o por la dictadura”.

El representante de exiliados españoles, Javier Garciadiego, recordó las instrucciones que dio el expresidente Lázaro Cárdenas en el telegrama número 1699: “México está abierto para todos los españoles sin restricciones de ideología política o de especialización laboral”.

El asilo ofrecido por el país fue una incomparable lección de humanitarismo diplomático, pero también fue una decisión pragmática, pues quienes llegaron no tendrían que aprender la lengua del refugio”, resaltó.

Durante la ceremonia también participaron en tribuna María Luisa Capella, educadora, investigadora y animadora del exilio español; José María Muriá, hijo del exilio y profesor de la Universidad de Guadalajara, y Mariángeles Comesaña Fernández.

Al finalizar el evento, el pleno de la Cámara entonó el Himno Nacional, y fueron los coordinadores de los grupos parlamentarios quienes develaron las letras bañadas en oro que acompañarán a los diputados.

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