El diálogo imaginario que el PES, insiste, no existió

Señor Director:

Como coordinador de Comunicación Social del Grupo Parlamentario de Encuentro Social y con base en el derecho de réplica que nos otorga la ley, quiero manifestar que lo dicho en su espacio EL FOCO, titulado Diálogo pacheco entre Nay Salvatori y Jesusa Rodríguez, con fecha 14 de abril, es totalmente falso, por lo que le solicito publicar la presente carta.

1.- El contenido de la nota es falso en cada una de sus líneas en virtud de que nunca existió tal diálogo con la senadora Jesusa Rodríguez.

2.- La diputada Nayeli Salvatori no conoce personalmente a la Senadora Rodríguez y nunca ha intercambiado palabra alguna con ella.

3.- La nota nunca hace una advertencia de que sea una parodia en su contenido y entonces los lectores pueden creer que ese diálogo existió y sobre todo que ese diálogo es real en su contenido.

4.- La nota toma nombres de personas que se pueden sentir aludidos falsamente por algo que la legisladora nunca dijo.

5.- La nota también puede hacer creer a los lectores que hay un malinchismo de parte de ella y una especie de crítica a un verdadero periodista como lo es Jorge Ramos.

6.- Exijo el derecho de réplica y se aclare o cambie la nota de manera urgente, porque sí hay una difamación en contra de la persona de la diputada Nayeli Salvatori, quien pertenece a este Grupo Parlamentario.

No podemos permitir que la difamación sea la manera de generar campañas de desprestigio en contra de quienes legislan a favor de las y los mexicanos.

Atte. Lic. Ricardo Bardillo Sánchez, coordinador de Comunicación Social del Grupo Parlamentario de Encuentro Social

Respuesta

Estimado Lic. Ricardo Bardillo Sánchez:

Como lo explica claramente El Foco cada domingo, muy cerca de su encabezado, se trata de un espacio en el que las noticias de la semana son "iluminadas con un toque de irreverencia y desenfado", mismo con el que se han abordado desde hace mucho tiempo las acciones y declaraciones de los más diversos personajes de la vida pública del país y del exterior, incluyendo, por supuesto, a integrantes del Congreso de la Unión.

Coincidimos plenamente en que la difamación no puede ser la manera de generar campañas de desprestigio en contra de quienes legislan a favor de las y los mexicanos, y subrayamos nuestra firme convicción de que la libertad de expresión, en sus múltiples variantes, no puede ser objeto de ataques infundados ni víctima de la intolerancia.