Este 5 de septiembre se cumplen 108 años de la creación del Servicio Sismológico Nacional (SSN) por decreto del gobierno mexicano. Su objetivo es registrar, almacenar y distribuir datos del movimiento del terreno ; informa a las autoridades y población en general sobre la sismicidad, además de colaborar con instituciones de monitoreo e investigación a nivel nacional e internacional.

Entre 1910 y 1923 se instalaron 9 estaciones sismológicas mecánicas autónomas. La central fue instalada en Tacubaya, Ciudad de México y las foráneas en Oaxaca, Mérida, Chihuahua, Veracruz, Guadalajara, Monterrey y Zacatecas.

A partir de 1929 pasó a ser parte de la Universidad Nacional Autónoma de México

(UNAM) y en 1948 quedó adscrito al Instituto de Geofísica de la UNAM; actualmente se ubica en el Circuito de la Investigación Científica en Ciudad Universitaria.

México es uno de los países que comprende regiones en donde han acontecido grandes sismos y de los cuales el SSN tiene registro: el 3 de junio de 1932 se presentó un movimiento telúrico que alcanzó los 8,2 grados Richter en las costas de Colima, lo que provocó un tsunami que penetró 100 metros en tierra.

El terremoto del 19 de septiembre de 1985 se originó en las costas de Michoacán con 8,1 grados en la escala de Richter, este el segundo de mayor magnitud de la historia en México.

El 9 de octubre de 1995 un terremoto de poca profundidad y de magnitud 8.0 tuvo un área de ruptura de 150 km cerca de los límites de los estados de Jalisco y Colima, que originó un tsunami de 5 metros de alto.

El 19 de septiembre de 2017 se presentó un sismo de 7.1 grados en la escala de Richter con epicentro localizado al sureste de Axochiapan, Morelos, a una profundidad de 57 kilómetros.

Los sismos no se pueden predecir, pero con las nuevas tecnologías el SSN ha sido más preciso en reconocer los movimientos de la tierra. Hasta la fecha cuenta con 22 observatorios sísmicos en todo el país y tiene planeado aumentar la red a 33.

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