Los reconocieron que 175 menores de edad han sido víctimas de abuso sexual, incluidos al menos 60 agredidos por su fundador, el padre Marcial Maciel, desde que se instauró la congregación en 1941.

En un informe que se presentará el 20 de enero en la reunión de su Capítulo General, máxima autoridad de la institución, se señala a 33 sacerdotes como responsables de los casos de pederastia contra estos jóvenes, en su mayoría de entre 11 y 16 años.

En 2006 el Vaticano ordenó el retiro de Maciel del ministerio sacerdotal y en 2010 lo señaló por sus comportamientos “gravísimos y objetivamente inmorales”.

Si se excluye de la lista a Maciel, dos sacerdotes incurrieron en abuso por vía virtual, cuatro agredieron a su víctima una sola vez y nueve lo hicieron repetidamente.

Además 11 religiosos vulneraron a entre dos y cinco personas; cinco, a entre seis y 10, y uno, que ya fue removido, tiene 13 víctimas conocidas. El texto reconoce que 14 de los 33 sacerdotes señalados como abusadores cometieron estas acciones mientras ocupaban cargos de autoridad en los Legionarios de Cristo, lo que ha dificultado mucho el proceso y en ocasiones ha bloqueado las posibilidades de denunciar.

“El abuso sexual de menores en la congregación estuvo mezclado con el abuso de poder y de conciencia por parte de algunos que aprovecharon sus puestos”, indica el informe, elaborado durante seis meses por una comisión de la orden.

La respuesta institucional a los ataques de 1941 a 2005, precisa, está muy marcada por la mentalidad general de la época en la que los abusos eran un tabú social.

Maciel era el superior general y la autoridad máxima en este periodo y tenía la responsabilidad de todas las decisiones importantes, como nombramientos, admisiones al sacerdocio, sanciones, cambios de lugar, entre otras, precisa el informe.

Los religiosos que cometieron estas acciones representan 2.44% de los mil 353 ordenados a lo largo de la historia de la congregación. De ellos, seis han fallecido, ocho dejaron el sacerdocio, uno abandonó a los Legionarios y 18 continúan dentro de la orden, mientras que 14 no tienen ministerio sacerdotal público y cuatro lo tienen restringido, lo cual excluye servicio pastoral con menores de edad.

Además de las víctimas atribuidas a Maciel, en los seminarios menores de la congregación 65 infantes fueron violentados por 15 sacerdotes y otros 90, por seminaristas (46 no tomaron los hábitos).

El informe considera que estos seminarios, por los que han pasado en la historia unos 10 mil alumnos, fueron “el ámbito más vulnerable” por los riesgos de la vida de internado para adolescentes, su poca relación con la familia y una pedagogía muy enfocada a la disciplina.

Resalta que desde 2015 la congregación ha tomado medidas para implementar políticas que hagan más seguros los seminarios. El último caso conocido de abuso sexual ocurrió en 2012.

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